lunes, 13 de abril de 2015

Experiencia de Joana en Tailandia: "Ver el comportamiento de los elefantes en las distintas situaciones y poder interactuar con ellos ha sido inolvidable"

Mi experiencia en el proyecto de Surin ha sido totalmente positiva, y ha cumplido todas mis expectativas. El proyecto se desarrolla en el pueblo de Ban Tha Klang, en la zona de Surin en Tailandia, que es conocido como "pueblo de los elefantes" porque los habitantes poseen alrededor de 150 elefantes en cautividad.


Joana con uno de los mahouts, cuidador de elefantes
La principal atracción turística es un espectáculo en el que los elefantes hacen diferentes actuaciones como jugar a fútbol... También ofrecen paseos en elefante.

Para domesticar y manejar a los elefantes, los "mahouts" utilizan un pico que clavan en la frente u otras partes de su elefante, cadenas en las patas, y otras prácticas agresivas para la salud física y mental de los elefantes.

El objetivo principal del proyecto es mejorar las condiciones de vida de los elefantes en cautividad de la zona. Para ello, se trabaja con 14 elefantes y sus respectivos mahouts, que han decidido entrar en el proyecto por voluntad propia.


Por el momento y por motivos económicos es la capacidad máxima del proyecto. Los mahouts se han comprometido a que sus elefantes no participen en el espectáculo ni en los paseos turísticos, no utilizar el pico con sus elefantes, atarlos sólo por una pata (normalmente se atan de 2 patas), asegurarse que tengan una buena alimentación y limpieza, y sacarles a pasear y dejarles libres un mínimo de horas al día. A cambio, los mahouts reciben un salario mensual del proyecto, en gran parte financiado por las contribuciones de los voluntarios.


El momento más esperado por los elefantes, el del baño :)
El trabajo diario de los voluntarios consiste en acompañar y ayudar a los mahouts en el mantenimiento de los elefantes, que incluye limpiar las zonas donde están los animales, cortar caña de azúcar para darles de comer, acompañarles en los paseos y ayudarles a bañarlos. También se pueden hacer otros trabajos puntuales de mantenimiento, educación a la comunidad, etc.




Lo que más me ha gustado sin duda es el trabajo con los elefantes. Son unos animales increíbles y he aprendido muchísimo sobre ellos. Ver su comportamiento en las distintas situaciones y poder interactuar con ellos en algunos momentos ha sido una experiencia inolvidable. 
El compartir la estancia con la gente local, los mahouts, sus familias y otros vecinos, también me ha gustado mucho porque he aprendido sobre la cultura tradicional tailandesa y la comunidad Gwi. 
Joana, voluntaria en marzo 2015, en el proyecto de elefantes en Tailandia










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