jueves, 22 de diciembre de 2016

Un año de 10

Este año, 200 personas voluntarias han hecho un viaje que les ha cambiado la vida. Hemos visitado México y hemos descubierto nuevos proyectos solidarios. En Kenia, hemos mejorado las habitaciones del orfanato con el que colaboramos. ¡Para Tumaini 2016 ha sido un gran año! Nuestrxs viajerxs valoran su experiencia con un 7,7 de media. Para nosotras el año también se merece un notable... ¡o sobresaliente!

La comunidad Tumaini crece

Cada vez son más las personas que confían en Tumaini para realizar sus viajes solidarios. En 2016, casi 200 personas (¡el doble que en 2015!) han conocido de cerca otra realidad. Además, han contribuido a que pequeños proyectos locales sigan adelante. 

Llevamos tres años poniendo en contacto a voluntarixs con proyectos en Países del Sur y nos alegra ver que cada año nos escriben más personas interesadas en viajar de forma solidaria. Se trata de acercarse a un país de forma sostenible, conocer personas inspiradoras que luchan por mejorar su entorno y colaborar con sus proyectos. 

Nuestrxs viajerxs valoran su experiencia con una media de... ¡un 7,7! Nos encanta conocer sus opiniones. Mariona, que viajó a India, explica: “Lo que más me ha gustado ha sido el intercambio cultural. Conocer de primera mano la filosofía budista y sentir cómo la predican ellos pero sobre todo de qué forma la viven y la transmiten”. Irene fue voluntaria en Bali: “He sentido que lo que estás haciendo tiene frutos, que realmente estás ayudando y que ellos te lo agradecen con una sonrisa”.

Mariona en un taller en India


Irene en el centro de Bali








Los peques de Kenia ya no pasan frío

Además de los viajes solidarios, para Tumaini es importante apoyar a los proyectos con los que colaboramos y, para ello, a lo largo del año, hemos puesto en marcha iniciativas para cubrir algunas de sus necesidades. 

En Kenia, mejoramos las instalaciones del orfanato con el que colaboramos gracias a todas las personas que se unieron a nuestra campaña de crowdfunding. Se arreglaron las habitaciones de los niñas y niñas, se compraron colchones, se hicieron casilleros para sus cosas y se compró material para que la vida de todos estos menores sea un poquito mejor. Antes, los niños solían despertarse por el frío. Ahora, con la mejora de las habitaciones, ya no tienen ese problema. ¡Son pequeños cambios que significan mucho para nuestra organización y para los centros con los que colaboramos!

Además, hemos terminado el año celebrando nuestra Caña Solidaria para apoyar a la granja orgánica con la que colaboramos en Nepal. Recaudamos 403 euros para que Govinda y su familia puedan construir una nueva granja para seguir su trabajo de difusión de la agricultura orgánica y sostenible.
Diego y Antonio pintando una de las habitación en Kenia


Nuevos proyectos

Este año, hemos incorporado nuevos proyectos en México, Nepal y Kenia. En enero, viajamos a México para visitar dos iniciativas en Chiapas: una escuelita y una cooperativa de mujeres indígenas

Además, en estos últimos meses, los voluntarios y voluntarias de Tumaini pueden colaborar en dos nuevos centros educativos: uno para jóvenes nepalíes en Katmandú (Nepal) y otro para niñas en Kenia. Estamos seguras de que cada vez más personas los visitarán.

En 2017 seguiremos trabajando con toda la ilusión del mundo para que cada vez más personas puedan viajar de forma solidaria. Gracias a todxs por apoyarnos y animarnos cada día. Seguro que 2017 estará cargado de buenos momentos, viajes y solidaridad 😃
Post del equipo Tumaini

viernes, 2 de diciembre de 2016

Ven a la 2ª Caña Solidaria Tumaini

¿Haciendo planes navideños? En Tumaini te animamos a iniciar las fiestas con una actividad diferente: ¡nuestra segunda Caña Solidaria! Tendrá lugar el sábado 17 de diciembre a partir de las 20h en el Bar La Lata de Cascorro. La navidad no sería igual si no la empezamos con este momento tan especial en el que nos reunimos por una buena causa, conocemos a personas con nuestros mismos intereses y nos reencontramos con amigxs.

La recaudación íntegra de la Caña Solidaria se destinará a la granja orgánica con la que colaboramos en Nepal. Govinda y su familia fundaron esta pequeña granja escuela hace unos años y allí forman a jóvenes agricultores y a grupos escolares. Su objetivo es difundir el cultivo responsable, la agricultura orgánica y el uso sostenible de los recursos de la zona. Sin embargo, ahora termina el contrato de alquiler del terreno donde se sitúa el proyecto y Govinda necesita adquirir un nuevo espacio para seguir con su labor educativa.


Varixs viajerxs de Tumaini ya han visitado esta granja y sus experiencias son muy positivas. Desde hace tres años colaboramos con el proyecto para que todas las personas interesadas en la agricultura ecológica puedan hacer voluntariado en un entorno increíble, cerca de Pokhara y con unas vistas impresionantes a las nevadas cumbres de Annapurna.

Tumaini quiere ayudar a Govinda a adquirir un terreno para construir una nueva granja escuela. Hace dos años, la granja ya sufrió desperfectos por el terremoto que sacudió Nepal, por lo que ahora es necesario construir un edificio más sólido. De esta forma más personas podrán colaborar en el proyecto y ayudar a su desarrollo.

¿Cuándo y dónde?

La Caña Solidaria será en el Bar La Lata, en Calle Embajadores nº1 (al lado de la plaza de Cascorro) y empezará sobre las 20h.

En el bar repartiremos tickets para que luego puedas pedir en la barra. Un porcentaje de las consumiciones irá destinado a Tumaini, por lo que, tomándote algo, estarás colaborando con la granja orgánica de Govinda. Puedes pedir bebida o comida. ¡Pero atención! Solo pidiendo el ticket estarás colaborando con el proyecto así que... ¡que no se te olvide! ;)



¡Habrá sorpresas!

Como adelanto, si te acercas ese día podrás participar en un sorteo muy especial que seguro te encanta :)

Ven con tus amigxs y pasa una noche divertida con Tumaini. Para que puedas estar al tanto de todas las novedades apúntate a nuestro evento en Facebook y compártelo con todxs tus amigxs.

¡Cuantos más seamos, mejor lo pasaremos y más ayudaremos al proyecto!

Post de Almu, comunicación Tumaini



miércoles, 23 de noviembre de 2016

Experiencia de Sandra en Bolivia: "Cada día era diferente, emocionante y especial"

Sandra colaboró el pasado verano en uno de los centros de Bolivia que trabaja con fauna rescatada. Estos centros tratan de dar una vida mejor a animales que han sufrido maltrato, que han estado dentro del tráfico ilegal y que, en muchos casos, este trato ha provocado que ya no puedan vivir en libertad. 

Es uno de los proyectos más especiales con los que colaboramos y del que siempre nos gusta escuchar experiencias como la de Sandra:

"Cada mañana al levantarnos teníamos dos tareas, una que variaba diariamente y era de limpieza del parque o trabajos de comunidad y la otra que era quincenal y se realizaba con los animales de campo (preparar comida, alimentarlos a primera hora de la mañana, limpieza de jaula...). 

Después teníamos una hora para desayunar y siempre se recordaban las normas o mejoras para el buen funcionamiento. 

Sobre las 9 de la mañana, cada uno se responsabilizaba de ir a ver al animal asignado hasta las 12:30. Dependiendo del animal hay que respetar rutinas y hábitos para poder ofrecer el mejor cuidado. 

Mis mañanas eran dedicadas a Juancho, un jaguar muy mayor con una historia triste. Provenía de un zoológico del país que ya no lo quería porque a causa de unos accidentes dejaba de ser llamativo para los clientes. Los accidentes sufridos, por mala práctica de los trabajadores, hicieron que se quedara ciego y que al operarlo de una de sus patas traseras y se quedara cojo. 


Juancho
Durante la mañana hacía compañía a Juancho, él dentro y yo fuera de la jaula: caminábamos juntos, jugábamos con palos.... se guiaba mucho por la voz y con los días cogimos mucha confianza y pude acariciarlo siempre con precaución y en zonas específicas. Por suerte, nuestra relación fue muy bonita y conectamos muy bien. 

Al regresar al campamento sobre las 12:30, se comía con todo el mundo y teníamos un rato para relacionarnos entre nosotros. Después sobre las 14:00 tenías que dedicar tu tarde, hasta las 17:30, al cuidado del segundo animal. En mi caso tenía a Lazycat, una ocelote, también de edad avanzada. Con ella mi rutina era diferente, podía pasear por unos caminos específicos pero siempre con medidas de seguridad. Al finalizar las rutinas volvíamos al campamento a compartir experiencias con el resto de compañeros y compañeras. 


Lazycat y Sandra
Lo mejor de esta experiencia ha sido poder observar a los animales libres en su hábitat y poder ayudar a los que no pueden estarlo para intentar que vivan lo mejor posible y lo mas parecido a su vida natural.

Cada día era diferente, emocionante y especial. Observar la evolución de tu animal, el encontrarte otros por la jungla virgen del parque, olores, ruidos... y los momentos vividos con los compañeros."


Experiencia de Sandra en centro de fauna rescatada (Bolivia), Junio 2016

jueves, 20 de octubre de 2016

Nuestro proyecto en Nakuru y mucho más sobre Kenia con la mirada de Isaías

Si vives en Tarragona o tienes pensado visitar la ciudad próximamente, no te pierdas la exposición fotográfica 'África; el hablar del tambor' de nuestro viajero y colaborador de Tumaini Isaías. En ella comparte algunas de las mejores imágenes de su viaje a Kenia el pasado año.

Podrás conocer, por ejemplo, el centro de Nakuru con el que colaboramos y acercarte un poco más a las maravillas de este país africano.

Isaías viajó a Kenia en junio de 2015 con su compañera Marina para colaborar en el centro de Nakuru donde viven niños y jóvenes de la etnia pokot. Convivieron con ellos durante algo más de tres semanas para ayudarlos con sus estudios. Allí llevaron a cabo, también, el proyecto "Eye for beauty": un taller de fotografía donde los protagonistas son los propios niñxs.

Ahora, las fotos del centro, la realidad de Kenia, su gente, sus costumbres, sus paisajes y sus animales se han convertido en la muestra 'África: el hablar del tambor'.

"Esta exposición es un homenaje a todos ellos y a su tierra: desde el recibimiento de los voluntarios con bailes y alegría, pasando por el miedo de los más pequeños de Nakuru que nunca habían visto a un hombre blanco, hasta la belleza de la fauna y paisaje de las tierras africanas. Tierras donde el tambor de la vida esta presente en cada rincón, en cada gesto... Y se hace más fuerte en cada mirada", nos explica Isaías.

Te animamos a visitar esta exposición porque cada una de estas fotos te emocionará y te transportará a ese viaje tan especial.

Te recordamos que es en el Puerto de Tarragona: Tinglado 4. Se puede ver de martes a sábado de 10h a 13h y de 16h a 19h; y los domingos y festivos de 11h a 14h. Puedes visitar la exposición  hasta el 8 de enero y la entrada es libre. ¡No te la pierdas!
Post de Almu, comunicación Tumaini.



Experiencia de Mateusz en India:"Ha sido muy gratificante colaborar y vivir en McLeod"

Mateusz viajó con Tumaini el pasado mes de septiembre a India durante algo más de tres semanas. Allí participó en los dos proyectos con los que colaboramos en McLeod Ganj y pudo conocer mejor la cultura tibetana. En este post nos cuenta como lo vivió:
"Durante mi estancia en McLeod Ganj intenté compaginar los dos proyectos, colaborando por las mañanas en la guardería y por las tardes en las clases de conversación. Cada día me levantaba pronto e iba a la guardería donde estaba de 9 a 12:30 y a las 4 solía tener las clases de inglés.

En la guardería no parábamos al haber tantos niños. Aunque al principio estaba un poco confuso, me fui adaptando a su dinámica y fui aprendiendo algunas palabras para poder relacionarme con los niños.

Fue una experiencia especial, nunca había ayudado en una guardería y me sorprendió recibir tanto cariño de los niños. Algunos se convirtieron en mis favoritos y les echaba de menos cuando se ponían malos y no podían venir. 

Las clases de inglés me gustaron mucho también, aunque no podía ir todos los días que me hubiera gustado. Me sentía muy satisfecho viendo que les podía ayudar aunque fuera con lo poco que supiera de inglés. Se esforzaban cada día y superaban sus miedos al tener que exponer el tema que habíamos comentado antes. 

Hablar con ellos me ayudó además a conocerles, saber por lo que habían pasado y conocer más su cultura y forma de vivir. Siempre nos agradecían mucho que viniéramos a clase a ayudarles. 


La experiencia resultó muy gratificante, no solo por los proyectos en los que estuvimos sino,también por vivir en McLeod. El pasear por sus calles o comer en sus restaurantes era especial por las personas con las que te cruzabas. 

Restaurantes como el Shangrila, Potala o el Seed Cafe marcaban la diferencia por el trato que recibías de las personas que te atendían. Dejaba de importarte si tenías que esperar una hora o el plato resultaba demasiado picante. Ver su sonrisa te alegraba el día. 

Recuerdo haber ido solo una tarde al Seed Cafe y sentarme a hablar con Dhundup, el chico que lo regenta y con el que congenié muy bien. Se notaba que su vida no había sido fácil. Me contó, esa tarde, cómo de adolescente había cruzado los Himalayas con sus amigos. Cómo iba por las noches con miedo de que les pudieran coger o disparar por la espalda. Después en la India, su vida tampoco fue un camino de rosas. Tuvo problemas para encontrar piso y trabajo. Llegó a vivir unos días en el bosque. 

También me contó lo difícil que le resulta vivir aquí solo, sin sus padres y sus hermanos mayores. Sentía que en McLeod no está luchando por el Tibet, que solo estaba cuidando de poder sobrevivir y que la verdadera lucha estaba ahí. Recuerdo que le veía emocionado cuando me lo contaba y a mí me faltaban palabras para expresar lo que sentía.

Para mi, ha sido una experiencia increíble y que espero poder repetir en el futuro."

viernes, 9 de septiembre de 2016

Carlos y su experiencia en la escuelita de Chiapas

Compartimos una de las primeras experiencias en la escuelita de Chiapas con la que hemos empezado a colaborar este año. Iremos contando muchas más pero de momento podéis conocer de cerca como es la colaboración en este pequeño centro.

Carlos estuvo casi un mes disfrutando de esta maravillosa zona de México:
"El día a día ha sido muy tranquilo. Yo, en concreto, salía a las 9 de la mañana del albergue y en compañía de otro u otros voluntarios cogía una combi que me acercaba al comienzo de la subida a la escuela e íbamos casa por casa despertando a los niños y recogiéndolos y todos juntos subíamos hasta la escuela a la cual llegábamos sobre las 10 o 10:30 horas. 

En la escuela hacíamos actividades con los niños, les dábamos clases elementales de escritura, dictado, matemáticas etc, y finalizábamos jugando un partido todos juntos. Sobre las 14 o 14:30 horas, bajábamos con los niños y los íbamos dejando a cada uno en su casa. A partir de ese momento ya teníamos la tarde libre al igual que los fines de semana que aprovechábamos para conocer la ciudad, hacer turismo, visitar otras localidades, conocer la región, etc. Todo muy placentero.

Las cosas que más me han gustado de este viaje han sido el trato con los niños y la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Su tranquilidad y seguridad. También ha sido muy importante la buena relación entre todxs los voluntarixs.

Recuerdo con especial cariño que lxs niñxs me llamaban "viejito", dada mi edad. Después de muchos años volví a acudir a una manifestación, esta vez en apoyo de los maestros en huelga. La implantación de los zapatistas me impresionó gratamente y no me la esperaba".

Experiencia de Carlos en centro de educación integral:"He podido conocer otra realidad a nivel cultural y profesional"

Carlos es pedagogo y ha colaborado durante un mes en el centro de educación integral que apoyamos en Cochabamaba (Bolivia). Allí ha trabajado con alumnxs con distintas discapacidades y con el personal del centro. Él mismo nos cuenta su experiencia:

"Ha sido una experiencia muy enriquecedora y me he sentido muy querido y valorado. 

El voluntariado lo llevé a cabo de lunes a viernes en el horario escolar, que allí es de 08:30 a 12:00; también fui al centro alguna tarde, pero no todas, para ayudar a las compañeras en la organización de las aulas y preparación de días de celebración con motivo del Día Nacional.

Lo normal era empezar a las 08:30 a trabajar con los compañeros dentro de las aulas con los alumnos/as del centro. Estos alumos/as presentaban discapacidad intelectual principalmente, aunque algunos podían presentar alguna otra discapacidad asociada.

En el curso de educación inclusiva
Durante el voluntariado no sólo trabajé con los alumnos/as, sino que también llevé a cabo una tarea de asesoramiento y apoyo al resto de compañeros profesionales del centro. En la primera semana me propuso la directora la posibilidad de realizar un curso con los compañeros sobre escuela inclusiva, y lo llevamos a cabo dos semanas más tarde, lo cual me ocupó también gran parte de las tardes en su preparación. Acudieron al curso compañeros del centro, así como profesionales de otros centros de Cochabamba. 

Lo que más me ha gustado de mi viaje ha sido conocer otra realidad tanto a nivel cultural como profesional, poder compartir con compañeros/as nuestras experiencias educativas y ayudar en la medida de mis posibilidades en el centro. Conocer y trabajar con los alumnos/as de Consipe y sentirme querido por todos ellos/as ha sido una experiencia maravillosa. 

Fiesta de despedida
Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora el poder trabajar y colaborar en la medida de mis posibilidades, conociendo de primera mano una realidad muy cercana para mí (trabajo en el sector), pero a la vez tan lejana (modos de trabajar, recursos, filosofía...), es por ello que recomiendo a cualquier persona, trabaje o no en educación, a llevar a cabo este tipo de viaje, del que se extraerán únicamente experiencias positivas."

Experiencia de Bárbara en Bolivia: "Repetiría una y mil veces"

"Ha sido una experiencia que no podré olvidar nunca. Un viaje y una labor que repetiría una y mil veces, si tuviera la ocasión.

En primer lugar, tengo que decir que me siento absolutamente enriquecida como persona y también a nivel profesional, dado que he tenido la oportunidad de encontrar allí dos estupendas veterinarias (Aleja y Marta) de las que aprender en todos los sentidos, pues han sido dos grandes amigas, madres, profesoras, confidentes... descripción, dentro de la cual también incluyo a Sandra (“Súper San” para los amigos), una catalana en toda regla, digna de admirar, altruista y fuerte. En definitiva, las personas que he conocido allí, por lo general, divinas y un ambiente estupendo, además del plus del English full time.

Por otro lado, creo que la labor que se realiza es totalmente merecedora del más valorado premio: desde que te levantas hasta que te acuestas, vives por y para los animales que tienes a tu cargo (salvo los miércoles por la noche que hay “Fiesta en Santa María”, viernes por la noche: “Fiesta en el Café” y, sábados, que es el día libre de los voluntarios) y, si te queda tiempo de luz, ayudas a otros compañeros a terminar su trabajo con los animales del campamento. Por todo ello y por mucho más, es una organización que me inspira una admiración y un respeto inimaginables.

Allí he podido conocer la naturaleza, la vida en su estado más puro... he podido confirmar mis expectativas de que para vivir bien y con plenitud se necesitan muy pocas cosas materiales, MUY POCAS. Cosas, cuyo uso masivo están destruyendo el mundo. Me refiero a que,en ausencia de electricidad, agua caliente, agua corriente (en ocasiones) y, un largo etcétera, y conviviendo con animales magníficos, cuyas personalidades jamás olvidaré, que te dan tanto (cariño, amistad, amor, calor en los días de frío y en los cálidos tampoco te libras, algún que otro arañazo o mordisco que hacen de tu amistad con ese animal algo físico e, inevitablemente, visible en tu piel, y que no borraría por nada del mundo) tanto, tanto, tanto... por tan poquito que tienes en tu mano ofrecerles a ellos.

Personalmente, he podido conocer a una estupenda “gata”, una ocelote llamada Lazy Cat, que no hacía más que morirse del gusto y ronronear por cada caricia que recibía, por cada canción que le cantabas, por cada mimito que le hacías, por cada pedacito de carne que comía y, por cada rama contra la que se restregaba o por cada árbol hendido en el camino sobre el que saltaba. Con algunos achaques ya por su longeva edad, pero aún llena de vida y ganas de seguir dando la lata y cariño a muchos voluntarios que todavía le queda por conocer.

Por otro lado, mi trabajo allí también ha consistido en cuidar a cuatro maravillosos monos aulladores; por una parte, a los más jovencitos: Sabrina, Lucho y Luis, a los que he tenido el placer de darles de cenar, de acompañarles hasta que desapareciera la luz del Sol y, de darles todo mi cariño.

Sabrina: una monita súper especial, defensora de la justicia y contraria a cualquier tipo de abuso que recibía Luis por parte de Lucho (macho alfa de la familia). Lucho, un loco del juego, un amigo y un compañero incansable, glotón, protector de los suyos, siempre y cuando la negligencia no la cometiera él (inyecciones, cremas anti-fúngicas, tratamientos anti-piojos). Por último, Luis: es la representación máxima de la ternura, de la indefensión, incluso de la dependencia. Solicita cariño constantemente, necesita de tu calor y de tus caricias más que el respirar, y eso, no es del todo bueno. Todavía tiene que crecer, hacerse fuerte y demostrarse que pese a tener un macho alfa como Lucho, él es fuerte y competente por sí mismo. 

Por otro lado, tenemos a Bitón: vive en una jaula separada porque tiene tendencia a ser muy agresivo con otros monos. Sin embargo, con las personas “se deshace”, aunque a veces le cuesta reprimir su fuerte e instintivo carácter. He pasado mucho tiempo con él, aunque mucho más tiempo ha sido el que he dedicado tras él, bien porque le llevaba a pasear y no quería regresar a la hora de la cena, o bien, porque rompía el techo de su jaula y se escapaba. He puesto mucho esfuerzo de mi parte para ganarme su confianza y me siento plena al saber que lo he conseguido. En definitiva, es un animal híper especial, del que, actualmente, tengo muy buenas noticias: ha conseguido establecer una relación cordial con una familia de monos aulladores que ha encontrado en la selva que envuelve al parque y eso me llena de orgullo y de alegría.

Asimismo, no era consciente de ciertas habilidades que a la fuerza he tenido explotar en Bolivia: quién me diría a mí que sería capaz de ayudar a apagar un incendio en la selva, cual bombero; o a rastrillar y machetear toda la maleza que cubría el cortafuego que rodea el parque.

Esta experiencia me ha permitido probarme, me ha permitido saber que puedo ir más allá de los límites que inconscientemente me pongo, saber que soy poderosa y que puedo dar mucho de mí, mucho más de mí de lo que creo que puedo ofrecer. Me ha hecho superarme y valorarme más como persona. 

Me ha ayudado a aceptarme tal y cómo soy, y todo ello ha sido, en su mayor parte, gracias a la confianza que te da el dedicar tu tiempo a preservar la naturaleza, el compartir tu vida con animales silvestres, que aun pudiendo lastimarte (por la naturaleza de su instinto) no lo hacen, porque de forma innata tienen un sentido del respeto más amplio hacia otras especies que la renombrada razón humana. 

También, gracias a las situaciones límite que tienes que ir manejando allí, a las personas que te enseñan a tratar esas situaciones y, sobre todo e indispensablemente, gracias a ti mismo, que pones tu granito de arena: todo tu esfuerzo y empeño en dar lo mejor de ti, toda tu voluntad en construir junto con increíbles personas una frontera, una barrera o un límite que impida la destrucción de lo maravilloso que ya es el mundo, ese que poco a poco (en realidad, a gran escala) estamos demoliendo, y que gracias a organizaciones como esta y a todas las personas que se suman exponencialmente a este tipo de causas, podemos empezar a protegerlo, aunque sea, en un principio, en torno a unas pocas hectáreas de tierra.

Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de dedicar mi tiempo en algo tan importante. Tan importante como proteger un derecho irrevocable, el más universal e inamovible de todos: el derecho a una vida de bienestar, felicidad y libertad para todos los seres vivos, con independencia de su especie"

jueves, 1 de septiembre de 2016

Terminadas las obras en el orfanato de Kenia

En estas últimas semanas se han terminado las obras en el orfanato de Kenia en las que han participado lxs voluntarixs que han colaborado este verano en el centro y lxs niñxs.

Diego ha trabajado muy duro estos meses para que se pudieran acabar estas mejoras tan necesarias y ya podemos ver la habitación de los niños terminada, la habitación de las niñas mejorada y nuevos materiales que harán un poquito más fácil la vida a todos estos peques.

Las paredes exteriores de las habitaciones las decoraron con murales educativos lxs viajerxs de Tumaini en agosto. Gracias a  Tati y Paloma por el diseño y a Ana, Antonio, Gadea, Luis, Carlota y Nuria por ayudar a pintarlos, ¡han quedado genial!

Viajerxs de Tumaini en agosto con los murales detrás.
También se hicieron casilleros para todxs lxs niñxs, con su candado, para que guarden sus cosas. Ellos mismos los han pintado y decorado.

Gracias a Luis, que destinó su regalo de boda para comprar material para el orfanato, se han podido comprar candados para los casilleros, colchones, sábanas, mosquiteras, zapatillas, chancletas, calcetines y ropa interior.


Aventura de comprar colchones en Nai
















En palabras de Diego: "Después de dos meses desde mi llegada, el esfuerzo da sus frutos. Hemos terminado la habitación de los niños. Ha costado mucho enseñar, convencer y demostrar que la tierra es un noble material para construir. Que nos protege del frío y del calor, que es el material más abundante y barato, que es totalmente ecológico, que regula la humedad relativa, que neutraliza tóxicos presentes en el ambiente interior, que reduce olores, que la tierra nos conecta con nuestro planeta, que nos devuelve a una consciencia de unidad e inocencia, que nos hace ser más niños, que nos arropa y nos cuida".

Queremos dar las gracias a todas las personas que os habéis implicado en este proyecto de diversas formas:  a través de la campaña crowdfunding que realizamos hace unos meses, a la empresa Training Express por el importante donativo que realizaron, a todxs los que habéis colaborado en el centro, donado material, etc. Gracias de verdad por todo el esfuerzo y por vuestro apoyo.

Foto de despedida

En especial, queremos felicitar y agradecer a Diego su esfuerzo e implicación. Sin él, nada de esto hubiera sido posible. 

Esperamos poder seguir apoyando de diversas formas a los proyectos con los que colaboramos y mejorar, de alguna forma, la vida de todas estas personas porque: "Gente pequeña haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo".

Post de Diego, Mónica y Almu, equipo Tumaini.


domingo, 28 de agosto de 2016

Experiencia de Paula en Bali: " Es sorprendente lo rápido que te adaptas a esta forma de vida"

"Es difícil expresar con palabras en este momento lo que esta experiencia ha significado para mí.

Dos chicas de Zaragoza nos propusimos pasar un mes fuera de casa para descubrir una nueva cultura. A pesar de que el primer día de voluntariado se nos hizo un poco duro, es sorprendente lo rápido que consigues adaptarte a una forma de vida completamente diferente a la tuya. Una de las mejores cosas de esta experiencia es compartirla con gente de otras partes del mundo: nos apoyamos los unos en los otros y somos capaces de afrontar los retos con una sonrisa.


Felicidad en las cosas más simples
Es precisamente la sonrisa lo que nunca pierden los niños de Kampung Buitan, una zona humilde de la paradisíaca Bali. Allí, a pesar de no contar con facilidades ni oportunidades como las nuestras, consiguen encontrar su felicidad en las cosas más simples.

Vinimos aquí para enseñar a niños y, sin embargo, quienes hemos aprendido somos nosotras. La gente de Kampung Buitan nos ha enseñado nuevos valores y una capacidad de superación que difícilmente se ven en nuestro cómodo mundo desarrollado.

La tarea que se hace en el centro es de vital importancia. Proporciona una educación consolidada en un país donde el sistema de educación cuenta con muchas carencias. Es imprescindible proporcionar a las generaciones jóvenes una base sólida de formación sobre la que construir un futuro y poder cambiar la suerte de muchas de sus familias. Estoy segura de que la labor de este centro va a marcar una importante diferencia en la vida de estos niños.

Dispuestas siempre a ayudar
Bali es, en todos sus aspectos, un paraíso, tanto por sus paisajes como por las personas que viven aquí, dispuestas siempre a ayudar, con la filosofía predominante del hinduismo.
Lo que más me ha llamado la atención es que basan todos sus actos en el Karma, y ayudan a la persona que tienen al lado con una admirable constancia. La voluntariedad y la amabilidad es algo inherente en ellos.

La vida en el centro también me ha permitido conocer gente de otras culturas, en concreto de China, Estados Unidos e India. Estoy segura de que, sin el apoyo mutuo, la experiencia no hubiera sido la misma. Nos llevamos muchísimas anécdotas: momentos de risa y de colaboración preparando las clases y actividades para el día siguiente. Pero también de cierta desesperación cuando intentábamos adivinar qué tipo de animal hacia ese ruido que todos escuchábamos mientras dormíamos. Aunque acabamos acostumbrándonos incluso a eso.

Sin duda, de este intenso mes me llevo amigos, experiencias e historias que contar pero, sobre todo, me llevo una nueva parte de mí que he conseguido conocer y espero seguir conociendo en nuevos proyectos. Proyectos que espero que lleguen a marcar una parte tan importante de mí como este lo ha hecho."
Paula, Viaje Solidario en centro educativo de Bali, 1 a 15 de julio 2016

¿Quieres colaborar en este proyecto? Escríbenos y te damos más información: info@viajestumaini.org

miércoles, 24 de agosto de 2016

Experiencia de Maria en ecoaldea Valle Sagrado (Perú): "En este centro los niños pueden ver que otro mundo es posible"

Maria ha pasado parte de su verano en este centro situado en un entorno increíble, lleno de historia, de magia y de lugares muy especiales. Ella misma nos cuenta su experiencia en este proyecto con el que colaboramos y que se encuentra en pleno Valle Sagrado de los Incas en Perú:

"Por las mañanas se desayuna a partir de las siete y media (no sin antes saludarnos todos con un beso y un abrazo). Luego, cada uno hace un poco lo que más le apetece: estar en las zonas de relax, salir a caminar por la montaña, bañarse en el río, ir al pueblo o ir a los pueblos de alrededor que forman parte del Valle Sagrado y que se pueden disfrutar mucho.

A las 13.15 se almuerza y a las 15h empiezan a venir los niños poco a poco. Hacemos tareas con los que llevan deberes de la escuela (suelen ser un par de fichas o unas cuatro páginas de libro de actividades), luego cuando terminamos preparamos algún juego o actividad conjunta si vemos que es viable o separamos los niños por edades o intereses para poder jugar con ellos. 

Se utilizan mucho los espacios exteriores, es un entorno inigualable y que disfrutan mucho. Hemos jugado a los trompos, futbolín, voley, juegos de pelota, hemos hecho collages con material reciclado, pintacaras... y los viernes es día de película, así que niños y adultos aprovechamos para ver una peli juntos. 

Al final del día se reparte a los niños una taza de leche y hacemos una pequeña valoración. Al terminar se arregla la escuelita y se limpia y ya nos vamos a cenar a las 19h aprox (allí ya es muy oscuro y hace frío). Después de cenar normalmente se programan actividades del interés de los huéspedes: ver las estrellas, fogata, meditación, juegos... La vida aquí es muy familiar y tranquila.

Los niños de Lamay confían mucho en el proyecto y también en Yuri. Este es un espacio que se aleja de su día a día convencional donde hay tareas, mal humor, faltas de respeto, alcoholismo, machismo, violencia... y cuando llegan aquí ven adultos referentes que les dan amor, mucho amor. Les escuchan, tienen en cuenta sus motivaciones y es un espacio donde pueden ser libres, relacionarse positivamente y ver que otro mundo es posible. Cada vez más niños vienen al proyecto porque se van pasando la voz entre ellos. Creo que es un proyecto muy bonito que tiene que ir consolidándose con el tiempo pero que está ganándose la confianza de los niños y familias.

Durante estos días hemos hecho un par de collages muy lindos sobre la pachamama y los simbolos qechua Amaru Pumac Kuntur. Esto les relaciona con su cultura y ven como las personas de fuera muestran interés en saber más de su día a día. Todos los niños han participado activamente pintando, buscando los materiales... ha sido una experiencia muy bonita."
Maria, Viaje Solidario en Ecoaldea Valle Sagrado (Perú), del 11 al 22 de julio.

jueves, 11 de agosto de 2016

Diario de mejoras en Kenia: Entramos en la fase final de la obra

Seguimos trabajando en el orfanato y escuela de Kenia para mejorar las instalaciones. En el último post te contamos cómo estaba siendo el día a día de Diego y cómo iba su trabajo.

La habitación de los niños estaba muy adelantada y quedaba que se secaran las paredes para dar las últimas capas y poder pintarlas. Ya se han podido pintar las paredes exteriores y en estos días se pintarán las interiores, el tiempo no ha acompañado mucho estas últimas semanas. Ha estado lloviendo, lo que ha dificultado que se secaran rápido.

No os podéis perder la elección de pintura. Realizada con cal, agua y leche. La verdad es que no dejamos de aprender cosas con Diego. Él mismo nos explica está elección, y cómo se hace, en su blog: http://bit.ly/2b89Z3K


Equipo de trabajo

Diego contaba con dos ayudantes para la obra, Simon y Cosmos. Simon ha seguido trabajando con él pero Cosmos lo ha tenido que dejar, trabajaba en un huerto y el dueño ha decidido mudarse por lo que Cosmos también ha tenido que hacerlo. Se contrató a dos revocadores porque es algo que hay que saber hacer y es importante que quede bien.

Los dos revocadores aplicando la última capa
Los voluntarios y voluntarias que están colaborando en el orfanato este verano también están ayudando en las obras. Nuestras viajeras de julio ayudaron en la primera fase y ahora Antonio, Tati y Paloma han ayudado a pintar.

Antonio y Diego pintando la habitación de los niños.

Otras mejoras para el centro.

Para mejorar la comodidad de los niños y niñas del centro, se han empezado a construir unos casilleros para que guarden cosas como su cepillo de dientes, ropa, libros, zapatos, etc. También vamos a valorar la compra de sábanas, mantas, colchones, mosquiteras y ropa interior para los peques.

En la habitación de las niñas se han puesto unas planchas de madera en el interior para mejorar el espacio. De momento, no se van a hacer las mismas mejoras que en la habitación de los niños porque Julius, fundador del proyecto, no confía tanto en la tierra como aislante natural. Aparte hay que luchar continuamente contra los prejuicios porque las construcciones con tierra suelen utilizarlas las etnias de castas más bajas así que solo podemos hacer pequeñas mejoras en esta habitación.

Estructura de madera en la habitación
 de las niñas
Carpintero haciendo la estructura de madera
para la habitación










Valoración del trabajo realizado

Diego nos cuenta que de momento está contento con el trabajo realizado, que a la gente que pasa por el centro le gusta cómo está quedando ¡Hay gente que le dice que quieren que les construya algo! 

A mucha gente le cuesta creer que debajo de los revoques sólo hay barro y paja en una estructura de madera.

Diego nos cuenta que:  "trabajar con tierra en Kenia es muy difícil por la estigmatización de este material, siempre se vincula a zonas muy pobres y a construcciones malas. En cambio, es una construcción barata, duradera en el tiempo, más saludable y bonita. Queda un largo camino para que allí se vea así.

En cuanto a la calidad de la tierra local para construir, el black cotton soil, realmente no es la mejor, hay que estabilizarla con arena para que funcione bien. Lo bueno de la tierra es que una vez haces las pruebas necesarias y das con la proporción correcta, funciona. En cuanto a la paja de arroz, ha funcionado de maravilla y aquí tienen un montón."

Habitación de los niños pintada.
Estamos ya casi en la fase final de las obras. Falta comprar el material para estanterías y demás mejoras para las habitaciones y dentro de muy poquito podremos ver cómo queda todo.

La próxima semana os contaremos la fase final de las obras.

Post de Diego y el equipo Tumaini.



jueves, 21 de julio de 2016

Diario de mejoras en Kenia: ¡empezamos a ver resultados!

Desde el último post que publicamos en Tumaini, Diego ha seguido trabajando en las obras de mejora del orfanato de Nairobi y ¡ya se empiezan a ver los resultados! Las mejoras han empezado en la habitación de los niños con el sistema de bioconstrucción.


¡Las paredes de la habitación de los niños ya casi están listas! El 7 de julio terminamos de rellenarlas con barro y paja. Después, tuvimos que esperar un poco para aplicar los revoques (mezcla de tierra, cal y paja para alisar las paredes del todo). Ayer finalizamos la capa de revoque del exterior. Las del interior están tardando un poco más en secarse, por lo que aún no se ha empezado con ellas.

La habitación antes de las obras
Estado actual de la habitación

Un día de trabajo en el orfanato
Diego nos cuenta cómo es un día de trabajo en el orfanato:

“ Me levanto a las 7 de la mañana, desayuno porridge, té y una tostada....a veces también una sweet potatoe. Los niños a las 8 h hacen la asembly donde cantan un poco y uno de los profesores lee algún pasaje de la Biblia. Sobre las 8:30 h llegan los dos trabajadores que he contratado, Simón y Cosmos. Nos ponemos manos a la obra: preparamos el barro, lo mezclamos con la paja, y vamos aplicando la mezcla en la estructura de madera. Así todo el día. A media mañana tenemos un descansito donde nos tomamos otro porridge y seguimos hasta la 13 h. A las 14 h vuelta al trabajo hasta las 17:30 h. Al acabar limpiamos las habitaciones del barro que hemos manchado”.

Para estas obras, Diego ha contado con ayuda local. Primero se contrató a un carpintero y su ayudante para reforzar la estructura de madera y empezar a rellenarla con barro. Cuando se pudo empezar con el relleno, contrató a cuatro personas para que le ayudaran pero con dos la experiencia no fue del todo buena: no les gustaba el trabajo y tampoco atendían a las instrucciones de Diego. Al final, se quedó con Simon y Cosmos.

En Kenia, a los trabajadores se les paga por día, no hay contratos. A los maestros, como el carpintero, se les paga 1000 Kes (unos 9 euros) y a los ayudantes 500 kes (4,5 euros aprox.)

Diego con Simon y Cosmos
Pequeños ayudantes
Mientras se están realizando las obras en la habitación de los niños, estos duermen allí con un poco más de humedad. Desde el primer día le dijeron a Diego que se estaba más calentito ¡También han hecho de ayudantes! Las tardes que han tenido libres le han ayudado a coger tierra y a mezclarla con el barro. Su apodo: “matope kids”.

Los "matope kids"
Ahora hay que esperar a que seque esta capa para dar la última ¡y la habitación de los niños quedará lista!

En próximos posts te contaremos cómo estamos  mejorando el resto del centro y te enseñaremos cómo ha quedado esta habitación. ¡No te lo pierdas!
Post de Diego y el equipo Tumaini

miércoles, 13 de julio de 2016

¿Y si tus prácticas universitarias te cambiaran la vida? ¡Conoce la experiencia de Ana!

Ana estudia Turismo e Historia en la Universidad Juan Carlos I de Madrid y decidió hacer sus prácticas universitarias con nosotras en el centro educativo que apoyamos en Cusco. Desde allí nos cuenta su experiencia:

"Todo comenzó a través de la plataforma de prácticas externas de mi universidad. Me acuerdo de aquella mañana en la que di al botón de “enviar mi solicitud de prácticas externas” y a un cuadradito que ponía Viajes Tumaini. No sabía todo lo que me esperaba.

Recibí un email por parte de Almudena y Mónica que ya me hacía sentir como en casa. Quedamos, mantuvimos una conversación agradable y decidimos que el centro educativo y el hostal en Cusco serían idóneos para mis practicas externas.

Y así fue. Nada más llegar a tierras limeñas sabía que sería una experiencia increíble. Tras un viaje sin complicaciones, llegué a Cusco y allí me recogió Chio, una gran profesional, cercana, y predispuesta a ayudarte, una compañera más, en definitiva.

Cuando llegué al hostal todo me sorprendía, era como si ese pequeño lugar hubiera recogido todos los sueños de todos sus habitantes y los hubiera plasmado en el nuevo hogar de cada uno.

El día a día en Cusco

Mi día a día está repleto de vivencias, abrazos, confidencias, sorpresas, risas… Empiezo levantándome entre las 7 y las 7:30 (mi madre se encarga de levantarme :P ) y bajo a desayunar. Ya en el desayuno te das cuenta que formamos una gran familia: cuando Pía te da los buenos días y Royer, Iyari, Carmencita (mi primita, jajaja) te dan la bienvenida con su mejor sonrisa.

Más tarde, a las 8, comienzo mis prácticas en la recepción del hostal. Allí Pía (mi tutora, compañera y amiga) me explica en qué puedo ayudar. Estoy con ella hasta las 11, y los martes y jueves realizo una sesión de aerobic para todos los compañeros del hostal.

De 11 a 14:30 tengo tiempo libre, y lo aprovecho para ir a dar un paseo por Cusco, conocer sus calles, sus gentes, su vida, en definitiva, para perderme por sus rincones y disfrutarlo en todo su esplendor.

"Disfruto de Cusco en todo su esplendor"

A las 14:30 subo al centro educativo, donde los niños te reciben con una sonrisa y abrazos que cambiarían un mal día a cualquiera. A las 15 estoy junto a otro compañero en el taller de zumba. Allí trabajamos la musicomotricidad con los niños, el ritmo, la expresión corporal, el trabajo en equipo… intentamos siempre que sea un lugar de evasión donde puedan moverse libremente sin complejos, sin miedos, sin preocupaciones.

Después vamos todos juntos al círculo del amor, que es un lugar de expresión, escucha, amistad, familia… y más tarde nos dividimos por familias. Mi familia es kalpa que significa (fuerza de corazón) y allí cada semana trabajamos un tema. Al principio me resulto difícil estar en contacto directo y tan cercano con mi familia, acostumbrada a la educación y escuelas españolas, ya que tan solo somos 6 niños. Pero cada día estamos más contentos, unidos, y formamos un gran equipo.


Esta semana tocan canciones en inglés, ya que la semana pasada tocó el krishnaismo, y hemos decido trabajar el inglés a través de una Haka Maorí y como mi familia es muy inquieta y siempre quieren estar aprendiendo cosas nuevas, hemos acordado empezar a conocer el lenguaje Braille.

Tras acabar en la escuela, vuelvo junto a los demás compañeros al hostal y cenamos, algunas veces decidimos descubrir nuevos lugares de la gastronomía peruana, y otros días decidimos quedarnos a cenar allí, donde María realiza una estupenda labor. Depende de la noche realizamos juegos, meditaciones, salimos a Changoo, Templo… y ya a dormir.


Duermo en una habitación de 10, pensaba que me costaría, pero es tan genial la habitación "Mama Quilla" que no la cambio por nada, formamos una gran familia.

También hay tiempo para el ocio

Los fines de semana los utilizo para ir a hacer turismo, conocer nuevos lugares… pero hasta agosto no realizaré ningún tour típico turístico ya que vienen mis amigas de Madrid y así lo hago con ellas. Así que suelo ir a hacer trekking (por lugares que no iría si sólo fuera una turista) con los compañeros del hostal y sus amigos, comidas junto a otras asociaciones, pachamancas (cocinar debajo de una piedra caliente), etc.

En definitiva, he aprendido a relajarme, a disfrutar de los pequeños detalles, a no preocuparme tanto del mañana, y sobre todo a compartir tu vida, tus alegrías y tus tristezas".

jueves, 30 de junio de 2016

Diario de mejoras en Kenia: Primeras impresiones

Diego con niños y niñas del orfanato
A principios de junio, Diego viajó a Nairobi para realizar las obras de mejora en el orfanato y la escuela con los que colaboramos.

Después de que en Tumaini finalizáramos con éxito la campaña crowdfunding y de que la empresa Training Express donara 3.000 euros para estas obras, decidimos buscar a una persona especialista en bioconstrucción para realizar la mejora de las instalaciones de la forma más sostenible posible.

En Kenia todo es muy distinto y esta clase de construcción aún es muy desconocida. Por eso contamos con Diego, especialista en bioconstrucción con experiencia en este tipo de trabajo en otros países.

El trabajo incluye aspectos que van más allá de los puramente técnicos. Diego dará a conocer esta clase de construcción. Explicará en qué consiste y sus beneficios para que la comunidad lo acepte.

No sabemos si todas las mejoras se podrán hacer con esta técnica pero Diego está trabajando con Julius, fundador del proyecto, para que comprenda que es una buena opción y que traerá muchos beneficios al centro.

En estos meses, Diego nos irá contando cómo está siendo el proceso. Además, contaremos con sus impresiones, su forma de trabajar con las personas del centro, las dificultades que se encuentra, etc.

En este primer post nos cuenta sus primeras impresiones y el avance en el diseño de las mejoras:

“Mis primeras impresiones a la llegada fueron el caos de la ciudad, la pobreza que se palpa, la suciedad y la forma temeraria de conducir. En la escuela todo es más tranquilo. Los niños son un encanto, los profesores también y Julius y Tabitha son muy atentos.

Las instalaciones necesitan bastante mejora, sobre todo las habitaciones de los niños. Muchos de ellos comparten cama y su habitación es de chapa metálica, con agujeros por donde entran el frío y los mosquitos.

La relación con Julius es cordial, tenemos algún malentendido, pero creo que es por la diferencia cultural y forma de hacer las cosas. La cantidad de necesidades que tienen que cubrir es muy grande, por lo que el dinero se va muy rápido en comida, ropa, gasolina para el transporte de los niños que vienen de fuera, etc.

En abril, el ayuntamiento después de una revisión al centro, concluyó que era urgente la mejora de las instalaciones. Las mejoras que más apremian son:

  • Mejorar las condiciones de los baños. 
  • Mejorar las condiciones donde duermen los niños. 
  • Mejorar las condiciones de la cocina y la comida que reciben. 
  • Acceso a agua potable. 
El trabajo que he venido a realizar aquí consiste en la mejora de las condiciones higiénicas de los baños y la ampliación y mejora de los cuartos. En estas tres semanas he podido aprender un poco y ver cómo se trabaja aquí y cuáles son sus principales preocupaciones.

En cuanto a los baños, nos hemos encontrado que los han construido rápidamente para evitar que el ayuntamiento cerrara la escuela. Son letrinas con un simple agujero donde se acumulan los desechos. Esto genera fuertes olores, insectos, gases de descomposición y bacterias, lo que se traduce en alta insalubridad.
Empezando a ver el estado de los materiales

Hemos empezado a presupuestar la realización de fosas sépticas para mejorar las condiciones higiénicas de los baños. Aquí nos encontramos con el problema del poco espacio disponible y el alto nivel freático (nivel del agua subterránea) que existe en esta zona.

De momento sigo trabajando en el diseño, estudio de infiltración de agua en este terreno altamente arcilloso y la búsqueda de información y experiencias locales low cost. Todavía estamos saliendo de la temporada de lluvias, así que necesitamos esperar hasta agosto para hacer las excavaciones de las fosas. De otro modo, se complica mucho con la lluvia y la necesidad de achicar el agua de la excavación con una bomba, de la que no disponemos.

En cuanto a la ampliación y mejora de los cuartos donde viven los niños, he empezado a dibujar planos y propuestas para su mejora. Para la mejora de las condiciones térmicas y de infiltración de aire les he propuesto utilizar la tierra como material constructivo lo que no ha sido muy bien recibido.

Aquí la visión de la tierra como material constructivo es pésima, asociada a zonas extremadamente pobres y de muy mala calidad. Cada vez que les hablo de matope (tierra en kiswahili) me miran como a un loco y se ríen. Para enseñarles las bondades de la tierra es necesario hacer algo para que lo puedan ver y entender.

La propuesta de Julius es poner unos paneles de madera OSB o aglomerado y darle una mano de pintura, lo que no va a mejorar mucho las condiciones térmicas de las habitaciones y evitar la infiltración de aire entre las chapa de metal. Al final hemos llegado a un acuerdo y vamos a hacer una de las habitaciones con un sistema de quincha (sistema constructivo compuesto por una estructura de madera rellena de barro-paja y revocado por ambos lados con barro) aprovechando la estructura de madera existente que ahora mismo sujeta las chapas metálicas. En este momento, estoy presupuestando todos los materiales que hacen falta.

Personalmente me he sentido muy a gusto en general con Julius, Tabitha, los profesores, la gente que trabaja aquí y sobre todo, los niños.

El proceso es lento, pero poco a poco vamos haciendo cosas y pronto empezaremos a construir. De esta forma ellos mismos podrán comprobar lo que se puede hacer con tierra y otros materiales menos dañinos."

Dentro de poco os contaremos los avances en la construcción y en la forma de hacer las obras. No os perdáis este trabajo del que todxs estamos aprendiendo mucho.

Post de Diego y del equipo Tumaini

Si quieres conocer más sobre este tipo de construcción y de Diego puedes entrar en su blog: https://bioconstruyendokenia.wordpress.com/

jueves, 23 de junio de 2016

Experiencia de Yaiza en India:" Lo mejor fue estar con niños y niñas tibetanos"

Yaiza viajó con Tumaini el pasado mes de mayo a India. Realizó su Viaje Solidario en la guardería de niños y niñas tibetanos. Esta guardería ofrece este servicio a familias tibetanas sin recursos y les ayuda en el cuidado de sus hijos mientras que ellos tienen que trabajar.

"Lo que más le gustó fue pasar tiempo con los peques y lo que menos la despedida. Una experiencia que valora con un 10. Ella misma nos cuenta su día a día:


Yaiza con algunos peques de la guardería

A primera hora de la mañana camino junto a otras voluntarias por las calles concurridas de infinitos puestos comerciales. Lo caótico define sus dos calles principales donde sexagenarios carros y tuck tuck van y vienen sin control al compás del sonido de las bocinas. Nuestro trayecto termina en la guardería, donde los niños van llegando con la mejor sonrisa, inocente y transparente. 


Yaiza con trabajadoras del centro y otras voluntarias

Lo primero es pasar lista para luego jugar, y, como si no hubiese un mañana, todos los niños gatean o corretean y te hacen partícipe al instante de sus múltiples diversiones. Luego llega la hora de recoger los juguetes y los niños participan como si de un juego se tratara.

Después toca cantar y bailar al ritmo de canciones tibetanas y en inglés para seguidamente pasar a la comida. Cuando terminan de comer se les lleva a sus respectivos orinales y se les cambia los pañales. Luego preparamos las colchonetas con sus coloridas mantas para terminar la jornada arropando y velando por el sueño de los niños"


Yaiza, viajera de Tumaini en McLeod Ganj (India), en mayo 2016
 



Yaiza, Sofía y Ainhoa, viajeras de Tumaini en la guardería