miércoles, 31 de mayo de 2017

Y tú, ¿te pasas al lado responsable del turismo?

Cuando viajas… ¿te alojas en una cadena de hotel o en un pequeño hostal? ¿Comes en un conocido fast food o en un restaurante de cocina tradicional? ¿Vas a escuchar las canciones del verano o prefieres descubrir el ritmo de la música local?

El 2 de junio, te invitamos a celebrar el Día Mundial del Turismo Responsable descubriendo una nueva forma de viajar. Aquí van 4 consejos que en Tumaini siempre aplicamos para lograr que nuestro impacto en las comunidades que visitamos sea positivo:

1. Formación, formación y más formación

¿Todavía crees que tu viaje comienza cuando tomas el avión? ¡No es cierto! El camino arranca mucho antes, cuando abrimos la guía de viaje o echamos un vistazo a las noticias de los países que vamos a visitar. Y aunque no lo parezca, este paso es imprescindible para exprimir tu viaje al máximo. Si quieres comprender la cultura que visitas, entender mejor a sus gentes y concienciarte sobre las problemáticas sociales que vas a ver, la formación previa es imprescindible.

Todas las personas que viajan con Tumaini realizan antes de partir un Curso online de educación para el desarrollo, turismo sostenible y consumo responsable. Además, leen todo tipo de documentación sobre los países que van a visitar, sus problemáticas sociales y los proyectos locales con los que van a colaborar. De esta forma, los futuros voluntarios y voluntarias se empapan de la cultura local y se hacen una idea de en qué tareas o iniciativas su colaboración puede ser más útil.

Por ejemplo:
👉 Una persona puede viajar a Tailandia y hacer un tour en elefante.

👉Una persona que se ha informado y formado sabrá que montar elefantes es muy perjudicial para estos animales, por lo que no lo hará.

Otro ejemplo:
👉Una persona puede viajar a Nepal y dar dinero a niños y niñas que piden.

👉Una persona que se ha informado, sabrá que dar dinero a menores es perjudicial, ya que puede contribuir al absentismo escolar.

Joan viajó a Tailandia a colaborar en un santuario de elefantes rescatados.


2. Alojamiento y comida en el proyecto

Si viajas a Kenia pero te alojas en una cadena internacional de hoteles, la economía local de ese país no obtendrá ningún beneficio de tu viaje. Lo mismo ocurre con la comida. En Delhi, puedes desayunar en una reconocida cadena de cafeterías, pero el restaurante familiar de toda la vida será el perjudicado.

Por ello, la mayoría de nuestros viajes solidarios incluyen:

  • Alojamiento en el mismo proyecto local con el que se colabora,  junto a otras personas voluntarias
  • Manutención también en el proyecto local.

El beneficio que las organizaciones locales consiguen gracias al alojamiento y comida de las personas voluntarias sirve para que los proyectos sociales y medioambientales de esas ONG sigan adelante.

En Lamay, Perú, las personas voluntarias se alojan en el propio proyecto.


3. Consumo que empodera

En Tumaini somos conscientes de que nuestro consumo puede determinar que un viaje sea responsable o no. Por eso, insistimos a las voluntarias y voluntarios que utilicen el transporte público y que consuman productos y servicios locales para que el beneficio vaya para la comunidad que estamos visitando.

Por ejemplo:
👉 Una persona que viaja a Perú compra comida en una gran superficie.

👉 Si la persona es consciente del impacto de su consumo, comprará en el mercado local. Además, ¡descubrirá que la fruta que vende el mercado es la mejor del país! :)

Lucas viajó a Perú y consumió en negocios locales para ayudar a la comunidad.

4. Respeto a la diversidad

¡No entiendo nada! ¿Por qué en India, las vacas campan a sus anchas y paran incluso al tráfico? ¿Por qué en Perú comen cuy? ¿Por qué en Kenia están mal vistas las muestras de afecto en público? ¿Por qué algunas mujeres en Bolivia llevan bombín?

Conocer y respetar la cultura, costumbres y lenguas locales es fundamental para un viaje responsable. Favorece el diálogo y el enriquecimiento mutuo y protege la diversidad. En Tumaini damos consejos básicos sobre cómo acercarte a una determinada cultura y además animamos a los viajeros y viajeras a descubrir la cocina, música, arte y costumbres locales. ¡Será uno de los aspectos más enriquecedores del viaje!

En India, podrás ver vacas libres caminando por las calles.




lunes, 29 de mayo de 2017

¿Por qué hay que pagar por hacer voluntariado en otro país?

“Si voy a hacer voluntariado, ¿por qué tengo que pagar?” Muchas personas se hacen la misma pregunta cuando se plantean hacer un viaje solidario. Te explicamos los principales motivos en 4 puntos clave. ¡Desmiente los falsos mitos sobre el voluntariado internacional!

1. Un viaje solidario es formación

Hacer voluntariado en un País del Sur requiere formarse antes y durante el viaje. Antes, para comprender la problemática social o medioambiental del país que se va a visitar, para acercarse a su cultura y para conocer el proyecto donde se va a colaborar. Solo así, la persona voluntaria le sacará el máximo partido a su experiencia. Y durante, porque el voluntario o voluntaria suele tener un coordinador en el proyecto, que le da la bienvenida y se reúne con él o ella para orientar su voluntariado.

La formación es impartida por profesionales de las ONG que dedican un determinado tiempo y esfuerzo, por lo que supone un gasto para los proyectos locales y para las plataformas que facilitan viajes solidarios.

Por ejemplo, todas las personas que viajan con Tumaini realizan un curso online sobre educación para el desarrollo, comercio justo, turismo sostenible, etc. y en el proyecto cuentan con un coordinador local.

Respetar las culturas locales es el primer paso hacia el un turismo sostenible.


2. Un viaje solidario es sensibilización, no cooperación

El objetivo de un viaje solidario es acercar otras realidades a las personas que viajan. En su experiencia, la persona viajera aprende, se empapa de la cultura del lugar y se conciencia sobre sus problemáticas sociales o medioambientales.

Al contrario de la cooperación, donde solamente pueden participar personas con un perfil técnico y especializado, los viajes solidarios están abiertos a todo tipo de personas. Los únicos requisitos suelen ser el idioma y el compromiso.

Además, quienes más se benefician de un viaje solidario son los propios viajeros y viajeras, que suelen regresar con las mochilas llenas de aprendizajes. Por este motivo, son las personas que viajan quienes pagan por esta experiencia.

En un viaje solidario es objetivo principal es el aprendizaje.


3. Un viaje solidario hace sostenibles pequeños proyectos

Cuando una persona colabora con una ONG por ejemplo en India o Kenia, suele alojarse en el mismo proyecto junto a otros voluntarios y voluntarias. Allí se comparten experiencias increíbles y muchas veces se hacen amistades para toda la vida. Es parte de la magia del viaje solidario.

Gracias a la aportación que los voluntarios y voluntarias hacen por el alojamiento y la manutención, estos pequeños proyectos pueden financiarse y seguir adelante. De esta manera, los voluntarios y voluntarias no solamente donan su tiempo, sino que también hacen una aportación económica a los proyectos.

En un viaje solidario convives con voluntarixs de todo el mundo. 

4. Un viaje solidario incluye gastos de gestión

El precio de tu viaje solidario incluye gastos de gestión tanto de la ONG local como de la plataforma que facilita tu voluntariado:

  • La ONG local: gestiona el alojamiento, muchas veces las recogidas al aeropuerto de las y los voluntarios, la manutención, etc.
  • La plataforma que facilita tu viaje solidario: busca el proyecto solidario que mejor encaja con tu perfil y te aconseja con los trámites del viaje.
Por ejemplo, en Tumaini hemos visitado y evaluado todos los proyectos para garantizar que son fiables y adecuados. Además, aconsejamos a la persona que viaja en la gestión de vacunas, visado, seguro, lugares para visitar, etc.

Para cuidar de animales rescatados en Bolivia, necesitas un coordinador.

Ventajas de un viaje solidario

Aunque haya que pagar, los costes de un viaje solidario suelen ser mucho menores que los de un viaje convencional. A través de la experiencia, haces posible:

  • Tu aprendizaje sobre otra cultura 
  • Tu concienciación sobre problemáticas de países del Sur
  • Tu impacto positivo en el proyecto, gracias a tu voluntariado y aportación económica
  • Un turismo sostenible, basado en el consumo de proximidad
  • El conocimiento y respeto de costumbres y tradiciones
  • Coincidir con otros voluntarios y voluntarias con tus mismas inquietudes
Puedes consultar el importe a abonar de todos los viajes solidarios de Tumaini en nuestra web. Si aún así tienes dudas, ¡contáctanos y estaremos encantadas de resolverlas!

Tumaini consulta con los proyectos sobre sus necesidades de voluntariado.

viernes, 19 de mayo de 2017

“Nos empapamos de la cultura, la comida y el estilo de vida del pueblo nepalí”

Pedro junto a  niños del proyecto. ¡Su energía es inagotable!
Pedro voló durante 15 horas desde Londres hasta Katmandú para colaborar en la educación secundaria de niños y niñas tibetanos. “Pero sin duda, el largo viaje mereció la pena”, afirma. Durante tres semanas, ayudó con los estudios a niños, niñas y adolescentes que han tenido que dejar sus remotas y aisladas aldeas en el Himalaya para seguir estudiando en la capital gracias al proyecto con el que colaboramos.

La vida en el proyecto comienza temprano, ya que los voluntarios y voluntarias se levantan para desayunar con los peques. “Empezábamos el día con los niños y niñas, que tenían que estar listos a las 8 h. para ir al colegio”, explica Pedro. Como los peques no volvían hasta las 16 h., las y los voluntarios aprovechaban para hacer turismo: “conocimos todo lo que Katmandú y sus alrededores tienen para ver, que es muchísimo. Nos empapamos de la cultura, la comida y el estilo de vida del pueblo nepalí”, añade.

Pedro y otros dos voluntarios. Hacían turismo por las mañanas.


Hora de estudio

Una vez de vuelta, Pedro y el resto de voluntarios jugaban con los niños y niñas un par de horas, hasta que llegaba la hora de estudio. A las 18 h., echaban una mano con los deberes y otras actividades para que los jóvenes sacaran el máximo partido a sus clases en el instituto de Katmandú.

Para Pedro, lo mejor de su viaje han sido los niños y niñas: “tienen una energía inagotable”, explica. Además, “el personal del proyecto también ha sido muy amable con las y los voluntarios”, añade.

Uno de los jóvenes estudiantes del proyecto.

Felicidad a pesar del terremoto

El dinero no es algo que abunde en Nepal. No hay más que salir a la calle y levantar la mirada para darte cuenta de que el país ha sufrido mucho dolor. "El terremoto de 2015 está aún extremadamente presente, y el esfuerzo que hace el pueblo nepalí cada día para seguir adelante es mayúsculo", explica Pedro.

A pesar de ser capital, Katmandú tiene un ritmo de vida diferente.

"Pero el terremoto no ha conseguido arrebatar la felicidad al pueblo nepalí. Sus habitantes han aprendido a vivir con lo que tienen y pueden conseguir. No existe el afán de de poseer cosas que sí tenemos en Europa. El ritmo de vida es totalmente diferente: incluso en la gran capital, hay miles de personas que viven de la artesanía", añade.

En cuanto al proyecto, es sostenible gracias, en parte, a la aportación de las personas voluntarias que colaboran con él. "Con el dinero de los sponsors y de lo que aportamos los voluntarios y voluntarias, más las subvenciones, hay suficiente para pagar las facturas y dar a los niños y niñas comida cada día", explica Pedro.

Taller de higiene con los peques, muy atentos. 

Buena compañía y una conciencia tranquila

En Nepal hay determinadas cosas que son consideradas un lujo, como la fruta, que se toma tres veces a la semana. "Una de las cosas que más me gustó de la experiencia fue tener la suerte de comprar fruta de vez en cuando a los peques y verlos disfrutar con algo que para nosotros es tan rutinario que hasta rechazamos en nuestra dieta, añade.

"No podemos vivir en base al dinero, pues no nos hará felices, pero la buena compañía y una conciencia tranquila siempre serán un remanso de paz para aquel que la tenga". Es uno de los aprendizajes que Pedro ha hecho durante su viaje.

“Hacía poco había muerto un campesino de la zona, decían que tenía 120 años y no era una excepción. Por algo será…”

¡Aprendiendo a cocinar! 
Pedro colaboró en Nepal en febrero y marzo de 2017.

miércoles, 10 de mayo de 2017

800 Km de transformación solidaria


Foto de la travesía
La montaña saca nuestro lado más humano y solidario
Hoy os queremos hablar de un proyecto mucho más cercano de lo que estamos acostumbradas. Se trata de un proyecto que se desarrolla en la geografía española, en concreto en la senda Pirenaica o GR-11.

Tumaini colabora desde 2014 con esta preciosa iniciativa llamada Transpirenaica Social y Solidaria (TSS), que fomenta la inclusión social a través del deporte y la naturaleza. Se trata un gran recorrido a pie a través de los Pirineos que personas individuales o de instituciones o empresas realizan junto a jóvenes que, por razones diversas, se encuentran en una situación vulnerable. Gracias a esta experiencia, los y las jóvenes conectan con personas de entornos muy diferentes al suyo y se crea a su alrededor una red solidaria que puede ayudarles en su inserción laboral. 

Jóvenes y personas voluntarias crean una red solidaria gracias a la travesía.

En la travesía, cada día se realizan pequeñas charlas y talleres. ¿Qué mejor entorno para aprender y reflexionar que en medio de la naturaleza?. La montaña nos iguala, promueve sinergias y despierta el instinto más humano y solidario de las personas.

¿Cómo participar?

300 jóvenes, 20 organizaciones y más de 200 voluntarios y voluntarias se unirán a esta travesía solidaria este año. En Tumaini participamos en el 2015 en varias etapas y estamos deseando repetir experiencia. Cualquier persona puede apuntarse: el único requisito es tener una buena forma física y muchas ganas de vivir una aventura de este tipo. ¿Os animáis?

  • Cuándo: Del 8 de junio al 21 de julio de 2017.
  • Dónde: GR11 (desde Cabo Higuer en Euskadi hasta Cap de Creus en Girona).
  • Calendario ruta: lo encontraréis aquí
  • Más información: en la página de Facebook del proyecto.
En la travesía pueden surgir nuevas oportunidades y proyectos.

jueves, 4 de mayo de 2017

Gerard en Perú: “vale la pena lanzarse a la aventura”

Cuando Gerard decidió viajar a Perú para colaborar con la educación de niños y niñas con pocos recursos, no se imaginaba que iba a tardar tan poco en regresar. Su idea era hacer un viaje solidario de un mes. Vivió 30 días llenos de aventuras, actividades artísticas y, sobre todo, mucho diálogo entre peques, familiares y personas voluntarias. Cuando iba a regresar, le ofrecieron quedarse en el proyecto como coordinador. Y así lo hizo. Ahora, recién aterrizado en Cusco, nos cuenta cómo vivió la experiencia. Le deseamos mucha suerte en esta nueva etapa.


¿Por qué elegiste Perú como destino?

Tenía claro que quería viajar a Sudamérica por la facilidad del idioma, pero descarté los países que consideraba más peligrosos. Después, busqué proyectos en el resto de lugares hasta encontrar uno que me gustara, en este caso, el proyecto educativo en Cusco, Perú.

Las tardes siempre empezaban con juegos en el proyecto de Cusco, Perú.

¿Cómo era tu día a día en el proyecto?

Mi tarde comenzaba con el Taller de Juegos. Después de dos horas jugando, bajábamos al recreo y, a continuación, participábamos en lo que en el proyecto llaman “El Círculo”. Se trata de un espacio de diálogo donde niños y niñas, familiares y personas voluntarias hablan sobre temas como: la relación de lxs niñxs con sus padres, con sus amigxs, con el medio ambiente, etc. Después, cada familia (formadas por niñxs con edades parecidas y voluntarixs) trabajaban de forma individualizada el tema. Todos los viernes, los peques y las familias exponían el tema trabajado con dibujos, una actuación, una canción, un baile, etc.

¿Qué te parece el trabajo que se realiza con los niños y niñas del proyecto?

Me parece muy necesario y muy bonito. Es importante intentar que esos niños y niñas crezcan en un entorno diferente al que están habituados. Además, se intenta potenciar aspectos que en sus casas y escuelas no pueden desarrollar, como el arte, la música o la creatividad. También me gusta mucho que se dé tanta importancia a cuidar del medio ambiente a expresar nuestros sentimientos.


El proyecto de Cusco fomenta la creatividad y las habilidades artísticas de los niños y niñas.

¿Es diferente a lo que has visto cuando has trabajado con niños y niñas aquí?

Si, he visto diferencias en la metodología o en las formas de interactuar con los peques. Pero lo que más me sorprendió fue la facilidad de los niños y niñas de expresar sin miedo sus sentimientos.

Ahora vuelves al proyecto como coordinador. ¿Cómo tomaste esta decisión?

Valoré mi situación y lo que me ataba a mi ciudad. Al final, me decidí porque sé que la experiencia me va a hacer crecer tanto profesional como personalmente.

Gerard, recién aterrizado en Perú, listo para empezar su nueva etapa como coordinador.

¿Qué has aprendido de Perú que antes no conocías?

He conocido de cerca cómo viven las familias peruanas y qué problemáticas económicas y sociales atraviesa el país. También he aprendido mucho sobre la cultura peruana: bailes, canciones, vivencias, etc.

¿Qué le dirías a una persona que duda en realizar un viaje solidario?

Que es una experiencia única que vale mucho la pena. La duda siempre estará, porque va relacionada con el miedo hacia lo desconocido, pero vale la pena lanzarse a la aventura y experimentar al máximo el viaje. También creo que realizar un viaje solidario te permite conocer el país desde dentro, conviviendo con su gente de una forma mucho más cercana. Para mí ha sido una experiencia inolvidable que no dudaría en repetir.


Gerard convivió con varios voluntarios y voluntarias y también tuvieron tiempo para hacer turismo.
Gerard estará de coordinador de voluntarixs en el centro de Cusco hasta finales de 2017