jueves, 30 de enero de 2014

El lado amable de Nairobi

Cerca de Nairobi iba a visitar dos proyectos pero uno de ellos hace un gran negocio con los voluntarios por lo que lo he descartado. Este es uno de los motivos por los que quiero ver todos los proyectos, para garantizar que es un proyecto real, que tiene una buena gestión y que los voluntarios no son utilizados exclusivamente como euros andantes.

Tras la decepción de este proyecto en Nairobi, el segundo lo ha compensado con creces. Es de nuevo un orfanato situado en Bypass, a unos 30-40 min del centro de Nairobi, no muy lejos del aeropuerto internacional Jomo Kenyatta y en una zona tranquila. Este proyecto está gestionado también por un matrimonio local, él es un pastor jubilado y ella una profesora de secundaria también retirada. Cuando se jubilaron, y ya que sus hijos eran adultos, decidieron invertir todos sus ahorros en este orfanato donde cuidan de todos y cada uno de los niños como si fueran sus propios hijos. Se nota que realmente creen en lo que hacen y a mí me han hecho sentirme como una más de la familia. Tienen 27 niños y niñas, cada uno con unas historias muy duras detrás: abusos, abandonos… Los niños rondan de media los 6 años de edad.

Los fundadores y padres todoterreno, Mr & Ms Mbaya

Los peques jugando después del cole

Merienda


Los voluntarios tienen una habitación muy bien acondicionada en el mismo centro y compartes el día a día tanto con los peques como con los fundadores ya que están todo el tiempo en continua relación. Han creado una escuela con 4 niveles diferentes. Ella sigue enseñando cada mañana en una de las clases y él se sienta cada tarde a corregir los deberes de los peques, a controlar que se duchan y que comen correctamente.


Aceptan voluntarios de cualquier perfil pero lo que mejor les vendría son profes, personas que puedan echar una mano ampliando el tamaño de la escuela, perfiles de la rama sanitaria para impartir talleres de higiene con los niños y las profes, hacer revisiones… y también personas que quieran echar una mano en la huerta que tienen.


Con Sara y Mercy en el patio de la escuela

Karibu Kenia

Después del proyecto de Uganda decidí cruzar a Kenia en bus. Era un trayecto de 12h a Nakuru y cinco veces más barato que el avión. Me hablaron muy bien de una compañía de bus llamada Mash Poa y tengo que darles la razón porque el viaje fue considerablemente cómodo, a pesar de que los conductores se empeñen en poner la música como si estuviéramos todos en una discoteca móvil, y eso que el bus salió ¡A la 1 de la mañana de Kampala! Un par de cosas imprescindibles que me acompañan en todos los viajes son tapones para los oídos y una almohadilla hinchable para el cuello, de las mejores inversiones que puede hacer cualquier viajero.

Frontera entre Uganda y Kenya que hay que atravesar a pie

En Kenia voy a visitar varios proyectos, el primero en Nakuru que está situado a unas 3 horas al Norte de Nairobi. Es un orfanato llevado por un matrimonio local que acoge a 38 niños y la verdad es que ha sido una de las experiencias más tristes de toda mi vida. Todos son niños recogidos de la calle, la mayoría huérfanos. El más pequeño, Malcom, que ahora tiene un añito, fue abandonado con tan sólo 3 meses. La mayoría de los niños estaban en unas condiciones terribles, no había comida suficiente por lo que muchos días se iban a la cama sin cenar, no tenían suficientes mantas ni camas y compartían entre 4-5, no tienen tampoco casi ropa ni calzado y tampoco se controlaba mucho la higiene. Uno de los niños con 10 años se escapó hace un mes y cuando regresó trajo una enfermedad en la piel y se han ido contagiando unos a otros… Me impresionó mucho cuando se quitó la ropa para hacerle fotos y tratar de averiguar con médicos que conozco de Kenia qué tipo de enfermedad tenía para poder darles el tratamiento adecuado.





Los dueños del orfanato no reciben casi ninguna ayuda y la gestión no me terminó de convencer por lo que me resultó triste y frustante y me ha descuadrado un poco porque ahora me planteo continuamente qué opción es la mejor, acoger a todos los niños que encuentres a pesar de que sepas que no vas a poder mejorar demasiado sus condiciones o elegir a unos pocos para darles una vida notablemente mejor…

Los peques de la escuela en plena siesta

Algunas de las nenas del orfanato vestidas de domingo

El pequeño bombón, Malcom

Tienen preparada una habitación para recibir voluntarios pero de momento no lo voy a incluir en la plataforma, el entorno es bonito y tranquilo pero las condiciones de los voluntarios son absolutamente rudimentarias. Yo, que creo que estoy bastante asilvestrada y me puedo adaptar a casi todo he de decir que allí me ha costado bastante. Además, para mi es esencial primero mejorar las condiciones de vida de los peques y quizás en un fututo pueda acoger voluntarios pero tengo claro que los voluntarios no son una prioridad en este caso concreto.

Me gustaría poder ayudarles a conseguir electricidad en el centro, a comprarles colchones y mantas en condiciones así que cualquiera que quiera echar una manilla haciendo una donación será muy bien recibida. Si estáis interesados poneros please en contacto conmigo, os puedo dar todos los detalles que necesitéis

En los jardines después de la misa del domingo

miércoles, 22 de enero de 2014

Uganda, también conocido como la perla de África

Las maravillas naturales de Uganda incluyen impresionantes cataratas y una increíble variedad de vida salvaje entre la que se encuentran los gorilas de montaña. Su población tiene fama de ser los más hospitalarios de toda África aunque yo diría que los keniatas no se quedan atrás.

Uganda es un país estable desde hace muchos años excepto en el Norte, en la frontera con Sudán del Sur donde el conflicto se prolonga desde hace muchísimos años ya que comenzó en la década de los 80. Cualquier conflicto es terrible pero aquí especialmente por los niños soldado. Los rebeldes secuestran a menudo a niños para utilizarlos como soldados. Los niños son tratados con brutalidad y obligados a cometer atrocidades contra sus compañeros e incluso contra su familia y los que tratan de escapar son asesinados. De esta forma, la violencia se convierte en su modo de vida y el trauma psicológico que ello les causa es incalculable. Las cifras son espeluznantes ya que los menores constituyen casi el 90% de los soldados del LRA. Para quien quiera profundizar en el tema hay un documental muy interesante creado por Invisible Children

Otro dato importante de Uganda es que es el país que ha aplicado la respuesta nacional más eficaz al VIH de todo el continente africano. Inculcaron la abstinencia, fidelidad y el uso de preservativos y parece que ha funcionado muy bien... Y hablando de sexualidad, la mayoría de la población ugandesa (36 millones de personas) piensa que ser homosexual es una abominación. Una ley aprobada hace no demasiado condena a cadena perpetua a los homosexuales. Los líderes religiosos han convencido a la mayoría de la población de que los gays tienen una agenda oculta de dominación del país e incluso del mundo, que los homosexuales quieren “reclutar” a los niños para convertirlos en gays. Aunque para nosotros nos parezca increíble hay un gran porcentaje que lo cree, lo que supone un verdadero problema para toda la comunidad homosexual del país.

El primer proyecto que visité está situado en una bonita ciudad de Uganda llamada Entebbe, al Sur, llena de verdes campos que contrastan con caminos de tierra de un rojo tan intenso que parece que la tierra está ardiendo. Localizada al Sur de Kampala y a orillas del lago Victoria que es el lago más grande de África y el segundo más grande del mundo con casi 70.000 km2.

Nido de termitas en uno de los caminos

Para los que pensabais que en África no hay verde, ¡Aquí tenéis la prueba de que no es así!
Típica carnicería africana

Aquí he visitado un orfanato que fue fundado hace ya casi 12 años por un profesor de tenis californiano y tiene acogidos a 37 niñas y niños. Todos son peques abandonados o huérfanos y les proporciona un hogar seguro donde poder iniciar una nueva vida con la atención médica necesaria y una educación a la que no tendrían acceso de otra manera. Los voluntarios viven en un par de guesthouses construidas al lado del orfanato dentro del mismo recinto. He coincidido con un grupo grande de americanos, de hecho dos eran familias con toda la prole por lo que es un proyecto adecuado para ir con niños y que conozcan de primera mano cómo viven peques de la misma edad en otra parte del mundo. Lo que más me ha gustado es que no sólo se encargan de darles a los niños una mejor vida cubriendo sus necesidades básicas de alimentación y educación (que ya es mucho) sino que también tratan de facilitar el acceso a un empleo para los mayores. Las posibilidades que se les plantean de trabajar en Uganda son muy escasas, prácticamente ninguna por lo que han lanzado un programa para ayudarles a la inserción en el mercado laboral. Actualmente los mayores hacen diferentes labores como fabricación de mozzarella que se vende en los hoteles y restaurantes de lujo de la zona, fabricación de diferentes productos de artesanía, un par de noches a la semana se abre una bonita pizzeria donde los grandes se convierten en camareros, cocineros, etc y se convierte en un sitio  para que los wazungu (extranjeros) de  la zona puedan degustar las delicias occidentales. En esta ciudad hay una sede de la ONU y una base americana con lo cual clientes no les faltan.

Chicas del orfanato preparando el restaurante y el puestecillo con sus productos

Por otro lado hace unos meses han comprado, gracias a una donación, un par de terrenos donde planean construir un eco-lodge y huertas con lo cual de esta forma se aseguran por un lado ingresos para darle sostenibilidad al proyecto y por el otro trabajo para los mayores del orfanato.

El árbol mágico que gobierna uno de los terrenos que han comprado,
en la foto no se aprecia pero es realmente impresionante.

Vistas del lago Victoria en el terreno donde quieren construir el eco-lodge


Este proyecto puede recibir cualquier tipo de voluntarios pero lo que más necesita son voluntarios profesionales: profes de educación especial (pues tienen dos peques que necesitan atención especial), arquitectos, expertos en energías renovables, médicos, etc. 

Next stop: Kenia :)

viernes, 10 de enero de 2014

¡Porque esto es África!

Me encuentro nuevamente preparando la mochila, esta vez para un continente diferente: África y más concretamente, Kenia y Uganda.

África para mí significa muchas cosas, es la cuna de la humanidad (al menos hay muchos científicos que aseguran que todo nació en el gran valle del Rift), un destino lleno de contrastes y que formó parte de mi vida y de mi cambio hace unos años.

Esta zona de África para mí significa volver: a las botellas de agua mineral, a las horas en autobuses por carreteras de tierra, a los regateos hasta para comprarte un chupachups, a los colores de las decenas de pulseras y collares que llevan los masais (¡y a volver a sentirme una enanita a su lado!), a la mezcla de etnias (¡Sólo en Kenia hay más de 37 etnias diferentes y otras tantas en Uganda!), a  las duchas de agua fría, a los cortes de electricidad, a los paisajes con animales salvajes que en nuestro país sólo vemos en los zoos, a las gestiones que se alargan horas (o días), al ritmo pole pole (es decir, al ritmo africano), a los saludos y sonrisas de desconocidos, a todas esas frutas maravillosas (mango, papaya, fruta de la pasión…) a precios irrisorios, a las miradas de curiosidad de los peques, a las mujeres que cargan cubos o cestas a rebosar en sus cabezas como si no llevaran nada, a las puestas de sol más bonitas del mundo (y que conste que disfruto mucho de todas pero las de África sin duda para mí se llevan la palma), a los kangas/kitenges de todos los colores que llevan las mujeres y que además son multiusos (nunca dejará de sorprenderme cómo de una simple tela se pueden sacar tantas utilidades: como vestido, como cuna improvisada para los bebés, como pañal, como compresa, como portabebés, como pañuelo…Después de observar detalles como éste te das cuenta de todas las necesidades que nos crea la sociedad en la que vivimos), a valorar el papel higiénico (os reiréis pero el papel higiénico en muchos países del mundo es un bien de lujo que tan sólo usan los occidentales), a la alegría, al ritmo, a la música improvisada sin instrumentos de verdad (o con instrumentos utilizados dejando volar la imaginación), a los cientos de estrellas que parece que casi puedes alcanzar con tu mano cuando llega la noche, a la majestuosidad o  simpleza de los dhows, a las Tusker (cerveza por excelencia de África del Este que utiliza como siglas las primeras letras de los países: Tanzania, Uganda, Somalia, Kenia, Etiopía y Ruanda), a despertarme con los rezos de madrugada, a las palmeras, al ugali (alimento básico hecho con harina de maíz y agua), a los riquísimos guisos con leche de coco que tanto me gustan, a los karibu (bienvenido en swahili), a los anacardos recién tostados, a la admiración por la fortaleza de sus gentes, a empaparme de valores que a veces olvido, a compartir, a aprender a vivir cada día y a sentirme afortunada por ello, a los niños vestidos con ropa cinco tallas más grandes de su edad, a las mujeres con los pechos descubiertos y pieles tostadas por el sol, a los hombres con una lanza en su costado (¡y el móvil en el otro!), a que cualquier desplazamiento o movimiento se convierta en una aventura…Por todas y otras mil razones, no puedo esperar…

Próxima parada: Kenia, uno de los países que desde hace años tiene un trocito de mi corazón :)