miércoles, 25 de septiembre de 2019

Declaramos la guerra al turismo irresponsable

Cartel camino al Machu Picchu prohibiendo verter basura
Cartel camino al Machu Picchu prohibiendo verter basura.

Lo sabemos: es un titular radical. Pero, después de nuestros últimos viajes, lecturas y horas de reflexión, no podemos obviar el problema: las personas que hacen turismo irresponsable están perjudicando al medioambiente, a la cultura, a los animales, ¡y a las personas! En la Semana Mundial de Acción por el Clima, denunciamos 5 acciones viajeras irresponsables que hemos observado últimamente y que hay que cambiar, ¡ya!

No te saltes los caminos establecidos. Respeta las normas.
No te saltes los caminos establecidos. Respeta las normas.


1 Saltarse las normas, ¡porque yo lo valgo! 

Un guía en un safari que se acerca demasiado a los animales. Un grupo de amigos que deja sus latas en la playa. Una persona que da limosna a niños y niñas. Una pareja que decide saltarse el trekking señalizado para meterse en zonas protegidas. ¡NO podemos seguir haciéndolo ya que el perjuicio que ocasionamos puede ser muy grande!

¿La solución? Intenta comprender qué objetivo tienen las normas y qué ocurriría si todo el mundo se las saltara. Si no te queda claro, pregunta, lee, pero no actúes antes de tiempo. 

Basura a los pies de los templos de Angkor, en Camboya.
Basura a los pies de los templos de Angkor, en Camboya.


2 Visitar un país “a lo loco”

En Tumaini siempre decimos que el viaje comienza mucho antes de tomar el avión. Recomendamos prepararlo a fuego lento y con mimo. Lee sobre la historia, la cultura, la economía, las formas de vida del país que vas a visitar. Así sabrás, por ejemplo, que en Kenia es ofensivo que vistas con pantalones muy cortos. Que en India no debes comer nunca con la mano izquierda. Que Perú es el país de Latinoamérica donde más menores trabajan. Así evitarás muchos malentendidos, prejuicios y ofensas.

¿La solución? Basta con tener un poco de curiosidad y ganas de aprender. Lee, pregunta, ve películas o documentales, habla con otras personas que ya conozcan el país donde vas a viajar. ¡Infórmate!

El thali es el plato típico de India, no te quedes sin probarlo.
El thali es el plato típico de India, no te quedes sin probarlo.

3 Viajar, pero “estar como en casa”

Lo hemos visto mucho. Hay personas que viajan a países del Sur pero quieren las mismas comodidades, las mismas actividades y la misma comida que en casa. Prefieren ir a comer a un “fast food” que probar la cocina local. Tomar el café en la cadena de turno en lugar de probar otros sabores. Y, por supuesto, ni se les ocurre acercarse a la cultura local. ¿Por qué no ir a ver danzas tradicionales, conciertos de grupos locales o una exhibición de arte o artesanía autóctona? En lugar de eso, terminan en un bar para turistas con bandas en directo haciendo versiones de canciones occidentales.

¿La solución? ¡Atrévete a salir de tu “zona de confort”! Ábrete a nuevas experiencias, explora cómo vive la gente en el país que estás visitando. Aprecia lo afortunado/a que eres por poder visitar otros lugares y vivir experiencias diferentes que seguro solo ocurrirán una vez en la vida! 

Grupo de voluntarios/as tras una limpieza de playas en Indonesia
Grupo de voluntarios/as tras una limpieza de playas en Indonesia.

4 De cadena en cadena

Si te alojas en un hotel que pertenece a una multinacional, si solo comes en grandes cadenas o contratas excursiones de agencias internacionales, todo el beneficio económico que genera tu viaje se irá fuera del país que visitas. ¡Intenta apoyar hoteles, restaurantes, tiendas y guías locales para que tu estancia tenga un impacto positivo!

¿La solución? Basta con tomar conciencia, tener un poco de paciencia e indagar. Un pequeño esfuerzo para un cambio enorme. 

Montones de basura en el puerto de Sihanouk Ville en Camboya
Montones de basura en el puerto de Sihanouk Ville en Camboya.

5 Despistes medioambientales

Aunque cada vez hay más conciencia, todavía hay personas que dejan residuos en playas o espacios naturales. Y no solo eso. Cuidar del medio ambiente también significa: no alojarte en zonas protegidas o en primera línea de playa, no malgastar agua, no dejar residuos como pilas si no sabes qué sistema de recogida existe, no bucear o caminar en zonas donde está prohibido, etc. Además, ¡importante! No dar de comer a animales que después se volverán dependientes, ni colaborar con exhibiciones, paseos a lomos de elefantes u otras formas de explotación.

¿La solución? Para un momento antes de realizar cualquier acción. Y, si no sabes si una acción es contaminante o perjudicial para los animales, ¡pregunta! 

Usar búhos u otro animal como reclamo turístico no es ético.
Usar buhos u otro animal como reclamo turístico no es ético. 


Y tú, ¿también le declaras la guerra al turismo irresponsable? ¿Se te ocurren otras ideas para combatirlo? ¡Somos todo oídos!

martes, 17 de septiembre de 2019

Oriol en Bolivia: "antes siempre iba estresado. Ahora: ¡no!"

Oriol durante su viaje solidario con animales en Bolivia.

Desde pequeño, Oriol siempre ha sido un apasionado de la naturaleza. Ahora ha decidido hacer todo lo que pueda por ayudar a protegerla. Estudia Biología Ambiental en Barcelona. Y el año pasado, colaboró como voluntario en el centro de rescate de animales silvestres de Bolivia con el que colabora Tumaini. ¡Así fue su experiencia!

¿Por qué querías hacer un viaje con fauna rescatada?

Desde pequeño, mi interés y amor por la naturaleza ha ido creciendo. Por eso que quiero hacer todo lo posible para ayudar a conservar la naturaleza de nuestro planeta.

¿Qué has aprendido en este proyecto?

¡Un montón de cosas! Desde cómo trabajar con animales hasta cómo luchar contra un incendio. Además de otras cosas como: vivir en comunidad, viajar por el mundo y conocer una nueva cultura.

Oriol coincidió con varios/as voluntarios/as en el centro de rescate.

¿Con qué animales colaboraste?

Con Yuma (un puma), Yaguaru (un jaguar) y Francis (un mono nocturno)


¿Cómo era un día en el proyecto? 

Os los cuento por horas :)

  • 6:30 h: Scott nos despertaba con su música de los 80. 
  • 7 h: empezaban las tareas de la mañana: limpiar los baños, alimentar algunos de los animales, preparar el desayuno, etc. 
  • 8 h: desayunábamos. 
  • 9 h:  me preparaba para ir a pasear con Yuma (una puma) junto con Mike, otro voluntario. Salíamos a caminar por la selva toda la mañana y después del paseo limpiábamos su jaula y la alimentábamos. 
  • 12:30 h: volvíamos al campamento para comer. 
  • 14 h salía del campamento para ir a ver a Yaguaru (un jaguar). Pasaba toda la tarde a solas con él dando vueltas alrededor de su jaula enrollando su comida en patujú (flores tropicales) y lianas y escondiéndosela en su jaula. 
  • 18 h: Dos voluntarias y yo íbamos a ver los monos nocturnos. 
  • 19 h: volvíamos al campamento para cenar. 
  • Después de cenar: ¡teníamos tiempo libre! Algunos días, cuando estaba agotado, me acostaba a las 20:30 h. Otros me quedaba en el comedor jugando y charlando con otros voluntarios.


El entorno del proyecto es espectacular y está lleno de vida.

¿Nos cuentas alguna anécdota?

Mientras trabajas con tus animales o cuando caminas por la selva para regresar al campamento, te encuentras con mucha vida silvestre. Ves un montón de monos, armadillos, chanchos, koatís ¡y muchos más!

¿Cómo fue tu relación con el resto de voluntarios?

Muy buena. Entre todos los voluntarios, voluntarias y miembros del "staff" había muy buen rollo y nos divertíamos un montón.

Voluntarios/as cerca del proyecto
Voluntarios/as cerca del proyecto.


¿Qué recomendaciones darías a alguien que quiere hacer este voluntariado?

Deja tus preocupaciones a un lado y déjate llevar.

¿En qué te ha cambiado la vida este viaje?

En mi forma de ver la vida y de vivirla. Antes de este viaje siempre iba estresado a todos los lados pensando si lo que hacía estaba bien, si me dejaba algo importante... ¡Ahora no!

Oriol colaboró en el centro de rescate de fauna silvestre en Bolivia de julio a septiembre de 2018.


martes, 10 de septiembre de 2019

Paula en Kenia: “un recuerdo grabado en la retina, el corazón y la cabeza”

Paula y Adrián junto a uno de los niños del proyecto.
Paula y Adrián junto a uno de los niños del proyecto.

Tiene solo 19 años, pero este verano ya ha vivido una experiencia solidaria, enriquecedora y llena de aprendizajes: un viaje solidario a Kenia, a través de Tumaini. Colaboró en una ONG que acoge a niños y niñas de la calle, les ofrece un hogar y educación para que aspiren a un futuro mejor. Esta es su experiencia.

¿Cómo fue la preparación de tu viaje? ¿Recibiste toda la info que necesitabas por parte de Tumaini?

Sí, recibí información muy completa. Después  las dudas surgen una vez allí, pero Mónica no ha tenido ningún problema en llamarnos por WhatsApp o escribirnos cuando lo necesitábamos.

Paula en el proyecto durante su voluntariado.
Paula en el proyecto durante su voluntariado.

¿Cómo era tu día a día en el proyecto?

El voluntariado consistía en dar apoyo en las clases de los niños/as. Había dos grupos: el de los más pequeños o recién llegados y el de los más mayores, que tenían que prepararse para entrar en la escuela. Después de clase, jugábamos con ellos o bien nos tocaba cocina con papa David.

Junto a otros/as voluntarios/as del proyecto
Junto a otros/as voluntarios/as del proyecto.

¿Hay alguna anécdota que recuerdes con especial cariño?

El recuerdo que tengo más grabado en la retina, en el corazón y en la cabeza es el primer día con una niña pequeña que se llama Alima. Era del grupo de niños y niñas que acaban de ser recogidos de la calle. Una hora después, estábamos en el "dumpside" (basurero) viendo de dónde muchos de los niños venían.

Jugar con los niños/as es una de las tareas de los voluntarios/as.
Jugar con los niños/as es una de las tareas de los voluntarios/as.

¿Qué ha sido lo mejor de tu viaje solidario?

Vivirla. Es decir, poder estar con los niños y niñas, que te dediquen una sonrisa sin importar lo que hay detrás de ti.


Paula colaboró con el centro de acogida de niños y niñas de la calle de Mombasa, en Kenia, del 08/07 al 02/08/2019.