Salas llenas, mucha curiosidad de los que todavía no han partido y emoción de los que, ya de vuelta, recuerdan sus aventuras solidarias. Es el ambiente que vivimos en los Encuentros Tumaini de Madrid y Barcelona. En ellos, presentamos los viajes solidarios que ofrecemos este año y voluntarios y voluntarias que ya han viajado con Tumaini compartieron sus experiencias. El resultado: decenas de personas se contagiaron con el “virus” viajero y solidario.
Madrid: ¡tengo una pregunta!
El encuentro de Madrid fue, sin duda, el más participativo. Unas 100 personas se acercaron con mucha curiosidad y ganas de viajar. La charla se convirtió en un espacio de intercambio donde resolvimos todas las dudas de las y los futuros voluntarios: ¿cuál es la estancia mínima en un proyecto? ¿pueden viajar personas de todas las edades? ¿qué tareas hace el voluntario?
Dedicamos la primera parte del encuentro a presentar Tumaini y a explicar nuestra su misión: poner en contacto a personas voluntarias con pequeños proyectos de Países del Sur. Mónica, responsable de proyectos; Almu, responsable de comunicación y Vane, apoyo en comunicación, contaron cómo Tumaini acompaña a las personas que quieren viajar desde el inicio, cuando todavía no ha elegido su proyecto, hasta que llegan a su destino. También contamos qué significa para nosotras un viaje solidario y qué ventajas ofrece respecto a un viaje de turismo convencional: conocer de cerca otra realidad, convivir con personas locales, colaborar, hacer amigos, etc.
Después de la introducción… llegó el momento más esperado. ¡Era la hora de coger las mochilas o maletas y emprender nuestro viaje sin salir de la ciudad! Y lo hicimos gracias a los testimonios de los voluntarios y voluntarias. Primero, nos “desplazamos” a Asia: Jesús Royo nos hizo viajar a India; Pachi Delgado explicó el taller de periodismo que dio a peques en Nepal y Elena Pasamontes contó cómo puso en práctica sus habilidades como profesora en Bali.
Segundo destino: América Latina. En México, hicimos un Skype en directo con Eva Otero, voluntaria con personas con discapacidad en Chiapas; después fuimos a Perú de la mano de Rocío Delgado, que nos contó su experiencia con los peques de Cusco; y más adelante “nos adentramos” en la selva de Bolivia de la mano de Bárbara Plana, estudiante de veterinaria que aprendió a cuidar a animales rescatados.
El encuentro terminó en África, en concreto en Kenia. Hablaron Rubén Rodríguez y Moni Fernández. El primero nos enseñó a combinar voluntariado con turismo responsable; y la segunda nos hizo ver que un viaje solidario también puede vivirse en Navidad y en pareja.
Barcelona: no hay excusas para no viajar
En Barcelona, los voluntarios y voluntarias nos dieron una gran lección: si en la vida tienes un sueño, viajar, no hay nada ni nadie que te lo impida, ¡hazlo! El “viaje” arrancó en India de la mano de Mariona López con una anécdota. Cuando estaba a punto de terminar su voluntariado con refugiados tibetanos, preguntó a un monje: “¿Qué quieres que lleve de vuelta a España?”. Pensaba que el monje le iba a pedir que difunda la causa tibetana, pero su respuesta le sorprendió: “una gran sonrisa”. Por eso en el encuentro tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Siguiente destino: Nepal. Rebeca Sedano, recién aterrizada, nos contó lo sorprendente que fue para ella ver cómo los peques nepalíes parecían vivir felices con muy poco. Después, fuimos a Bali, donde Guíomar del Pino y Elena Sola, a través de un vídeo, nos explicaron cómo habían vivido su voluntariado en ese “paraíso”. ¡Aquí podéis verlo!
El encuentro terminó en Bolivia, Perú y Kenia. En Perú, Georgina Mercadal contó cómo tenía claro que quería viajar sola y el proyecto en Cusco fue una gran elección. En Kenia, Alba Céspedes y Griselda Roca se emocionaron al recordar su luna de miel junto a los peques el orfanato. El último voluntario en hablar fue Óscar Santos, quien nos dio una inyección de motivación y ganas de viajar. “Yo tengo problemas de visión en los dos ojos y la gente me decía que estaba loco por querer viajar solo a Kenia, pero lo hice sin ningún problema. Así que, si quieres viajar, que nadie ni nada te lo impida, ¡hazlo!
Tomamos nota del consejo de Óscar y os animamos a hacer un viaje solidario. Sea cual sea vuestro perfil, hay un proyecto adecuado para vosotrxs que seguro que, aunque sea de forma pequeña, os cambiará la vida.
Los viajes son un momento de alegría y descubrimiento, una oportunidad para poder aprender cosas nuevas. Adoro Viajar Solo
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