"Mi trabajo en la aldea comenzaba en la mañana, me despertaba temprano y me iba a la escuela. En el turno matutino teníamos alrededor de 15 niños, éramos 4 voluntarios.
Primero ayudábamos con las tareas de la escuela o abríamos talleres de arte o juegos de mesa. Luego teníamos un tiempo de descanso y más tarde un círculo en el que hablamos de diferentes temas.
Algunas de las actividades que hicimos por las mañanas fueron hacer piñatas, pintar, colorear en el piso, clases de inglés…
Por las tardes había más talleres, ya que había más voluntarios y más niños. Algunos de los talleres eran arte, computación, tareas, juegos e inglés.
Después del recreo todos asistíamos a un círculo dirigido por Yuri, en el que cada día tratábamos un tema diferente, esa era una de mis partes favoritas del día.
Al terminar el círculo nos reuníamos en familias, que estaban conformadas por niños de la mismas edades y voluntarios.
Dentro de las familias preparábamos un show relacionado con el tema que se nos había asignado para presentarlo el viernes.
Una de las cosas que más mas me gustó fue encontrarme a los niños fuera de la escuela, me encantaba cómo me saludaban y abrazaban tan felices. Siempre me alegraba el día.
En uno de los talleres con varias niñas del centro |
Algunas de las actividades que hicimos por las mañanas fueron hacer piñatas, pintar, colorear en el piso, clases de inglés…
Por las tardes había más talleres, ya que había más voluntarios y más niños. Algunos de los talleres eran arte, computación, tareas, juegos e inglés.
Realizando talleres en el centro de Cusco |
Después del recreo todos asistíamos a un círculo dirigido por Yuri, en el que cada día tratábamos un tema diferente, esa era una de mis partes favoritas del día.
Al terminar el círculo nos reuníamos en familias, que estaban conformadas por niños de la mismas edades y voluntarios.
Dentro de las familias preparábamos un show relacionado con el tema que se nos había asignado para presentarlo el viernes.
Una de las cosas que más mas me gustó fue encontrarme a los niños fuera de la escuela, me encantaba cómo me saludaban y abrazaban tan felices. Siempre me alegraba el día.
Otra de las cosas que me gustó fue el intercambio cultural entre los voluntarios. Uno de los momentos más bonitos fue cuando una voluntaria canadiense que no hablaba nada de español le enseñó a restar a Wendy. También me encantó conocer a tantas personas, aunque todos somos de lugares tan diferentes algo nos une."
Mariana: Viaje Solidario en centro educativo de Cusco, julio 2015 (Perú)
En Machu Picchu |
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