¡Hola amigos!
Os escribo desde
casi el final de mi viaje… en tan sólo dos semanitas ya me tenéis de nuevo por
los madriles.
Ahora mismo
estoy en la isla de Sumbawa y he venido a visitar el proyecto de Carlos que es
un chico español, abogado de profesión que decidió dejarlo todo hace 5 años
para tratar de luchar por su sueño que es construir un centro socio-educativo
en la zona de Hu´u, una de las áreas más pobres de esta isla.
Indonesia es un
país enorme que abarca tantas culturas, pueblos, biodiversidad en la naturaleza
y riqueza en la comida como si fueran cien países en uno. Con más de 17.000
islas, 300 lenguas diferentes y un gran porcentaje de población (es el cuarto
país más poblado del mundo) supone un auténtico paraíso para muchos. Sin
embargo, la realidad es otra bien diferente para un gran porcentaje de sus
habitantes. No existe sanidad pública y la educación pública no es tal para
muchas familias.
Hay
varios problemas importantes relacionados con la educación:
- La educación en la escuela indonesa es de una calidad muy baja.
- No tiene ningún contenido técnico-profesional, por lo que el éxito de salida profesional de los jóvenes es prácticamente nulo.
- El trabajo infantil es uno de los principales problemas de Indonesia; al menos 2,3 millones de niños de 10 a 14 años y 3,8 millones de 15 a 18 años trabajan para ayudar a sus familias.
El
proyecto que estoy visitando se desarrolla en la isla de Sumbawa, al Este de
Bali. Está a tan sólo dos islas de separación de Bali y sin embargo, parecen
dos países diferentes. Bali es una isla muy desarrollada turística y
económicamente, quizás demasiado. Cada día miles de turistas llegan a Bali,
procedentes de todos los lugares del mundo. En cambio Sumbawa, con casi tres
veces la superficie de Bali, apenas recibe unos pocos turistas semanales, y no
sólo eso sino que además la población apenas sabe explotar su oferta turística,
lo cual podría ayudarles a salir de la extrema pobreza en la que viven.
A pesar
de que Indonesia tiene una tasa de alfabetización oficial del 91%, el fracaso
escolar se sitúa en un 50% de abandono para la enseñanza básica de seis años de
duración. En Hu´u que es donde está el proyecto, la tasa de analfabetización y
de fracaso escolar se sitúa en niveles mucho más altos.
Por
otro lado hay muchísimas enfermedades infantiles, provocadas básicamente por la
desnutrición y la deficiente atención sanitaria. Hay que añadir que en esta
isla hay minas de oro (explotadas por australianos) con consecuencias graves para la población y el medio ambiente. Los elementos utilizados para la
explotación de oro son el mercurio y cianuro, ambos altamente perjudiciales
para la salud, no sólo para los mineros sino para el resto de la población. La falta
de recolección de los residuos de mercurio hace que lentamente estos sedimentos
lleguen hasta los canales de agua que surten los municipios, contaminándolas,
al igual que a los peces. Los peces no mueren al ingerir residuos de
mercurio, sin embargo al recibirlo lo transforman en la forma más tóxica de
este elemento llamada metilmercurio, que luego afecta a las personas que lo
consumen. Por supuesto que en Sumbawa no hay un sistema de tratamiento de agua
que la desinfecte bien ni se puede controlar la contaminación de peces con lo
cual es muy habitual ver niños (y adultos, especialmente mujeres embarazadas)
con piedras enormes, tumores, etc, eso sin tener en cuenta que hay efectos no
tan evidentes que afectan al sistema nervioso (poca capacidad de aprendizaje y
retención de información; disminución en la capacidad auditiva, deficiencias en
los sentidos del olfato, gusto y tacto; atrofia muscular, alteraciones del
aparato digestivo, etc)
El proyecto Harapan trabaja dándoles educación extraescolar y atención sanitaria, abarcando unos 500 niños como beneficiarios directos en el área de educación y unos 400 que han recibido tratamiento sanitario (de los cuales a unos 60 niños se les ha realizado operaciones quirúrgicas). Se necesitan voluntarios de casi cualquier rama porque el proyecto tiene una magnitud grande, dificil de ser gestionada exclusivamente por Carlos que es el que está cada día al pie del cañón. Aquí tenéis unas fotillos de algunos voluntarios en acción: Luis, Elena, Joan y Carlos, gracias por los buenos momentos que hemos compartido juntos.
Y ahora una muestra de los realmente importantes, sus beneficiarios. Como podéis comprobar, a pesar
de todo lo mencionado anteriormente: falta de educación, de sanidad, de
oportunidades…los peques siempre tienen una sonrisa en su boca y unas miradas
capaces de derretir hasta a los “menos niñeros”
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