Voluntariado internacional en pareja: ¿por qué no?

Dani e Isa durante su viaje solidario a India este verano

¿Una cena romántica? ¿Un libro? ¿Bombones? ¡No! El mejor regalo de San Valentín es una experiencia que te hace crecer como persona, acercarte a tu pareja, ayudar a los demás… ¡el mejor regalo es un viaje solidario en pareja! ¿No te lo crees? Entrevistamos a dos parejas que ya lo han vivido y lo recomiendan 100%.

Dani e Isa en India: luna de miel solidaria

La luna de miel de Isa y Dani no fue un crucero por las islas griegas ni un viaje a una playa paradisíaca del Caribe. Eligieron empezar su nueva etapa juntos “haciendo algo por los demás”: viajaron a India e hicieron voluntariado junto a refugiados tibetanos. Isa, dio apoyo en una guardería solidaria. Dani, clases de inglés a adultos. Ambos están de acuerdo en que “compartir en pareja una experiencia así es alucinante” que “te une todavía más”.

¿Recomendáis hacer un viaje solidario como luna de miel? ¿Por qué? 

Dani: ¡Lo recomiendo 100%! Cuando uno se casa se pasa meses preocupado por cosas superfluas y desconecta de la realidad. Parece que la luna de miel tiene que ser a todo lujo y una especie de premio por haber aguantado los preparativos. Para nosotros no era así.

Isa: nosotros queríamos empezar esta nueva etapa juntos haciendo algo por los demás. Queríamos que fuera algo que marcara un antes y un después, como la boda, y que nos hiciera crecer como personas y como pareja. ¡Un viaje de turismo lo podemos hacer siempre! Pero una luna de miel solidaria no se olvida nunca.  Yo hacía mucho tiempo que quería hacer un voluntariado en otro país, pero lo iba posponiendo por temas profesionales. Esta vez, todo se dio de forma sencilla. Para mí significó que era lo correcto.

Dani e Isa durante su visita al Golden Temple, en India.

¿En qué se diferenció vuestro viaje solidario del resto de viajes que habéis hecho juntos?

Dani: la diferencia es que el centro no eres tú y tu ocio, sino otras personas. Pero lo más importante es que te permite sumergirte en la cultura local y compartir con su gente una experiencia absolutamente única.

¿Le sorprendió mucho a vuestros familiares y amigos que eligieseis este tipo de viaje? 

Dani: ¡Sí! Nuestros familiares y amigos nos dijeron que estábamos locos y que les encantaba la idea. ¡Algunos se quedaron con el gusanillo de hacerlo!

¿Creéis que un viaje solidario en pareja une?

Isa: Te ayuda a conocerte más porque a veces te enfrentas a situaciones de cansancio, de no saber por cómo reaccionar, etc. Y Dani era mi única familia allí. Además, en India hicimos nuevos amigos juntos, con los que seguimos teniendo relación. Gracias al viaje solidario, tanto Dani como yo hemos crecido personalmente, y nos hemos unido como pareja. ¡Lo recordaremos siempre!

Dani: Sí. Compartir en pareja una experiencia así es alucinante, y te acerca a tu pareja de una manera especial.

Además, donasteis el regalo a los invitados a la ONG de India. ¿Por qué?

Isa: ¡en una boda se gasta tanto dinero, que queríamos emplear una parte en algo que valiera la pena! El típico regalo de boda (una cestita, mermelada, etc.) acaba perdido en las mesas, caducado, tirado, etc. En vez de eso, nosotros lo donamos a la guardería solidaria de India. ¡Esperamos que lo disfruten los niños durante mucho tiempo!

Isa junto a jóvenes tibetanos del proyecto.

Clara y Alberto en Kenia: pedida de mano y voluntariado

Clara y Alberto hicieron un viaje solidario a Kenia este verano. Colaboraron en la ONG que cuida y ofrece educación a niñas víctimas de situaciones terribles como la mutilación o el matrimonio temprano. Una tarde, paseando por el Valle del Rift, Clara se lanzó y pidió la mano de Alberto. Era la primera vez que hacían un viaje de este tipo, y no lo olvidarán nunca.

¿Por qué decidisteis pedir la mano durante vuestro viaje solidario en Kenia? 

Clara: ¡en realidad no fue una decisión muy meditada! Alguna vez se lo había comentado a Alberto, ¡pero se pensaba que estaba de broma! Allí me dio por tomármelo en serio. No podríamos decir una razón en concreto: simplemente surgió.

Clara y Alberto colaboraron con niñas con pocos recursos de Kenia.

¿Cómo fue el momento de la pedida?

Estábamos de paseo por la zona de la escuela de Osopuko. Se veía todo el valle del Rift y la verdad es que nos sentíamos como en casa, ¡a pesar de ser los únicos muzungus (europeos) de la zona!. Ana y Christian se separaron y me dio por volver a hacer la pregunta.

Así contada, la historia no parece muy romántica, pero para nosotros fue muy bonito.

¿Qué significa para vosotros ese viaje? 

Ha sido la primera vez que salíamos de nuestra zona de confort. Viajar por Europa es muy fácil y no te genera tensión, pero tampoco te sorprende como África. Poder conocer otra cultura TOTALMENTE distinta e integrarte con la población de allí es algo que no se puede explicar con palabras. Una parte de ti se queda prendada de eso.

Clara y Alberto junto a otros voluntarios y voluntarias del proyecto de Kenia.

¿Tenéis pensado volver?

¡Nos gustaría volver en unos años para ver cómo va el proyecto y cómo están las chicas que conocimos allí! Ahora mismo nos apetece más seguir conociendo rinconcitos del planeta, pero en unos años volveremos.