Esther junto a otros niños de la ONG con la que colaboramos en Kenia. |
Ir al colegio. Ser atendida en el médico. Dar un paseo. Opinar sobre un tema. Suena fácil, ¿verdad? En Kenia si eres niña, estos momentos cotidianos son una carrera de obstáculos. Hoy, Día Internacional de la Niña, te explicamos por qué no es fácil ser niña en Kenia a través de 5 tips... ¡Y te contamos 5 historias de 5 niñas valientes que luchan por cambiar su realidad!
¿Por qué no es fácil ser niña en Kenia?
1 Educación
En Kenia, la educación primaria es gratuita, pero las normas culturales impiden que muchas niñas vayan a la escuela. ¿Por qué? Porque la familia piensa que no es necesario que ellas estudien, o porque el VIH/SIDA ha matado sus padres y madres y ellas tienen que ocuparse de sus hermanos.
Según datos de UNICEF, en Kenia, el 75% de las niñas asistieron a educación primaria de 2008 a 2012. Sin embargo, la tasa cae al 41,6% cuando llegan a secundaria.
2 Mutilación genital
La mutilación genital femenina está prohibida en Kenia por ley desde 2011. Pero según la última encuesta nacional demográfica y sanitaria, prevalece en el 21% de las mujeres de 15 a 49 años y en el 11% de las niñas de 11 a 15 años. Según UNICEF se espera que haya más de 30 millones de niñas afectadas en la próxima década.
Esta terrible práctica deja huellas imborrables en las niñas. Según Amnistía Internacional, las mujeres y niñas sometidas a este tipo de práctica a menudo sufren dolor severo, hemorragias, shock, dificultades para orinar, infecciones y en ocasiones incluso la muerte. Muchas sufren también dolor crónico, dificultades durante el parto, disminución del placer sexual y trastorno de estrés post-traumático.
3 Matrimonio infantil
En Kenia, un 23% de niñas se casan con menos de 18 años. Según la ONG Girls not Brides, una de las causas de esa tasa tan alta es que a menudo las familias ven a las niñas como una fuente de ingresos. Las intercambian por bienes, dinero o ganado.
4 Falta de libertad
La Constitución keniana tiene varias leyes discriminatorias para las mujeres. Por ejemplo, las mujeres (o niñas) casadas están obligadas a tener la autorización de su marido para poder obtener un carnet de identidad nacional o un pasaporte. Además, las mujeres no pueden recibir herencias o ser dueñas de una propiedad, según la ONG Kubuka.
5 Explotación sexual
En algunas zonas costeras, más del 30% de las adolescentes ofrecen ocasionalmente sexo a cambio de dinero. Esta industria de sexo infantil podría involucrar a entre 10.000 y 15.000 chicas en las áreas costeras de Malindi, Mombasa, Kalifi y Diani.
Además, entre 2.000 y 3.000 chicas trabajan de forma estable en la industria del sexo. Cerca de la mitad de ellas comenzaron cuando apenas tenían 12 o 13 años de edad. Son datos de UNICEF.
5 valientes luchan por un futuro mejor
Ahora, damos voz a las verdaderas protagonistas de este post: las niñas que acuden a diario a las ONG con las que colaboramos en Kenia para luchar por un futuro mejor. Hemos pedido a los voluntarios y voluntarias que han colaborado con esos proyectos que nos cuenten algunas de sus historias. ¡Su valentía nos da fuerzas para seguir trabajando por ellas!
Angel, 9 meses, Ngong Hills |
1 Angel, 9 meses, Ngong Hills
“Es hija de una menor (de 12 años). La había entregado en un hospital y el proyecto la acogió para darle un hogar, asistencia y educación. Nos alegraba con esa sonrisa”.
Sophia junto a su hermano en el proyecto. |
2 Sophia, 12 años, Mombasa
“Sophia es tímida, no le gusta ser el centro de atención, siempre en un segundo plano, aunque se ve la bondad en su cara. Tiene cuatro hermanos. Vive con uno de ellos, Juma, mucho más pequeño que ella, en el centro con el que colaboramos en Malindi. Aunque su madre vive y les adora, Sophia y Juma tuvieron que vivir en la calle por falta de recursos”.
Mónica Pardo hizo voluntariado en el centro de acogida para niños y niñas de la calle del 27 de junio al 3 de septiembre.
Frida en el centro de acogida de Ngong Hills |
3 Frida, 9 años, Ngong Hills
“Es de las más pequeñas del centro, pero le sobra sensatez, tranquilidad y ganas de ayudar. Nunca pone una mala cara. Supera los golpes que le ha dado la vida con una madurez impropia para su edad. Un cielo de niña”.
Carlos Rodrigo colaboró en el centro de acogida para niñas en Ngong Hills del 7 al 20 de agosto de 2018.
Esther en el proyecto de Mombasa |
4 Esther, 18 años, Mombasa
“Lleva 14 años en el proyecto con el que colabora Tumaini, desde los 4 años hasta los 18 que tiene ahora. Me contó que le encanta escribir poemas y me enseñó su libreta, donde tiene escritos muchos de ellos. Algunos son sobre la etapa colonial de Kenia, sobre la libertad del país en época de guerra, las elecciones... ¡Incluso nos hizo uno llamado "Thank you" a los voluntarios y voluntarias antes de irnos! Quiere ir a la Universidad y estudiar Literatura”.
Eva Vilachá colaboró con el centro de acogida para niños y niñas de la calle del 5 al 21 de agosto de 2018.
Lea en el proyecto de Ngong Hills. |
5 Lea, 18 años, Ngong Hills
“Casi siempre sonriendo, a veces melancólica y tímida por momentos. Estar con sus amigas le da vida. Cuando menos te lo esperas, a las 7 de la mañana, ¡las ves bailando y cantando! Está estudiando último curso del colegio, y tiene clarísimo que quiere ser una periodista creíble (no confía en muchas de las cosas que se escriben). Piensa trabajar en Mombasa o en UK, ¡por que no!”
Carlos Rodrigo colaboró en el centro de acogida para niñas en Ngong Hills del 7 al 20 de agosto de 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario