Los días pasan rápido y mi partida cada vez está más cerca.
Me da pena porque he conocido a gente maravillosa que probablemente no vuelva a
ver (o quizás sí) y es que McLeod Ganj tiene una energía muy especial.
Pertenece a la India, concretamente al
Estado de Himachal Pradesh pero a pesar de pertenecer a India es un sitio muy
tranquilo. Rodeado de montañas, la gente pasea relajada durante todo el día, es
un sitio pequeñito donde se accede a todos los lugares caminando. La mezcla de diferentes
personas es muy agradable, aquí viven una de las mayores comunidades de
refugiados tibetanos del mundo, por las mañanas les ves sentados con su mala
(un collar tibetano hecho de cuentas de madera que es el equivalente a nuestro
rosario) entre sus dedos cantando sus mantras, son muy curiosos y amables, siempre
te reciben con una sonrisa. Hay por supuesto muchos hindúes y bastantes
europeos o americanos que han decidido establecerse aquí. Hay muchísimos
centros de yoga, meditación, reiki, etc. Yo me saqué la semana pasada el primer
nivel de reiki y he estado practicando con mis compis de clase desde entonces. Existe
también una comunidad de musulmanes chiquitita, la mayoría son de la región de
Cachemira donde hace unos años también sufrieron una invasión y conflicto similar
al padecido por los tibetanos. El sitio donde duermo que se llama Mount View está
regido por gente de Cachemira y me miman como si fuera de su familia (mil gracias Shabir, Rama y Munna!). Cuando
miro por la ventana veo las imponentes montañas que rodean este pueblecito,
escucho cantar a los niños del cole de al lado y a veces recibo la visita de
monos y águilas en mi terraza, aquí hay muchísimos. Para que veáis que no
miento ahí va una muestra
Por otro lado, he estado todos los días visitando el proyecto
de Yeshi, hablando con otros voluntarios, viendo un poco el funcionamiento del día
a día, etc. La semana pasada fue algo especial porque el sábado se inauguró
oficialmente su proyecto con lo cual han estado muy liados con los preparativos,
vinieron hasta dos ministros y todos ellos se vistieron con sus trajes
tradicionales tibetanos, fue un espectáculo muy bonito de ver. Uno de los
profesores de inglés les falló así que me pidieron si podía sustituirle y he
estado dando clases de conversación durante toda la semana pasada. Es la
primera vez que hago de profesora y es curioso porque siempre he pensado que no
lo iba a disfrutar pero al contrario, he disfrutado mucho de dejar mi pequeña
aportación, ahora después de una semana de prácticas ya son capaces de utilizar
correctamente el pasado simple :)
En el fin de semana he estado especialmente activa en la
parte cultural. El sábado estuve en una competición de cortos que hicieron en
TIPA (Tibetan Institute of Performing Arts) y disfrutando de las danzas
tradicionales tanto de tibetanos como de India. El domingo hice un treking (con
Tony, un chico americano, Eva, una chica alemana y Carolina, nacida en Polonia pero
con el corazón en España, todos nosotros hemos formado una pequeña familia en
India!). La tarde la pasé en TIPA viendo un documental muy premiado e
interesante acerca de la vida de los tibetanos.
Hace un ratito he conocido a una chica española, de la
Rioja, que lleva dos años viviendo en Mcleod Ganj y trabaja de forma voluntaria
en un proyecto relacionado con los niños de los refugiados dándoles educación y
a su vez tratando de empoderar a las mujeres tibetanas a través de talleres de
artesanía. El jueves he quedado que iría a visitarlo.
Como dicen aquí Tashi delek! Significa ¡Todo lo mejor!
Besos
Besos
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